Plano abierto de una pista de skate en Barcelona. Entra el tema “Waiting All Night” de Rudimental al mismo tiempo que aparece una frase de Harumiko Tanahashi, ingeniero en jefe de Lexus (la marca que desarrolló la patineta), que dice: “No hay nada que sea imposible, solo hay que encontrar el modo de lograrlo”.
Fueron 403 los días que tardó la marca en desarrollar la nueva Hoverboard. Durante el primer mes, se desarrollaron las pruebas iniciales en Texas con el objetivo de encontrar una combinación de elementos que generara la levitación. A partir de químicos e ingenieros el primer resultado no tardó en llegar, eran necesarias tres partes: bobinas eléctricas adheridas a un imán y, sobre ellos, un “súper conductor”.
Sin embargo, al ser realizada la prueba del peso, para comprobar que una persona pudiera sostenerse en el aire, la combinación de elementos falló. Por eso, en la segunda parte de la prueba, que se hizo en Dresden, el ingeniero en levitación magnética, Dietmar Berger, propuso la no utilización de electricidad. Así, colocó material súper conductor bañado en nitrógeno líquido sobre una pista magnética con imanes.
Para esta segunda etapa utilizaron un criostato y lo colocaron sobre la pista. Lo fundamental, en este proceso, es que la temperatura sea de, por lo menos, -197° C, ya que sino no se produce la levitación, según explicó Ludwig Schultz, Director de Instituto de Materiales Metálicos dependiente del Kiel Institute for the World Economy. El resultado: aguanta el peso de una persona de hasta 90 kilogramos.
El siguiente paso fue encontrar a alguien que pudiese maniobrar el Hoverboard. Después de varios intentos fallidos, Lexus -con la colaboración de CHI & Partners y Smuggler- decidió convocar a Ross McGouran, el skater profesional. En pocos días le encontró la vuelta a la patineta y a la pista. Luego, Glenn Haddok, ingeniero de la compañía, se encargó de dar los últimos ajustes en términos de diseño.
La prueba final tuvo lugar en Barcelona, donde llevaron la pista que habían creado, pero con una salvedad: cubrieron el metal y los imanes con madera ultra fina para generar una impresión genuina de levitación. Al día 394, el Hoverpark estaba terminado y listo para filmar el comercial.
Lexus no va a sacar Hoverboard a la venta. El sueño de ser como Marty McFly no está abierto al público. Y la prueba de eso se ve hacia el final del comercial, cuando McGouran salta uno de los nuevos productos de la marca, el RC-F, lanzado a fines de 2014. Una campaña promocional que combina creatividad, ciencia y marketing.