Bajo el nuevo escenario, en el que las marcas no solo deben presumir sino actuar, el pedido de Coca-Cola fue utilizar la publicidad para felicitar a su histórico competidor, sin mencionar su nombre, ya que eso requiere de consentimiento.
El anuncio, puesto en las fachadas de las ciudades más importantes de España, busca demostrar que, incluso siendo rivales, tienen más conexiones que diferencias.
La idea generó revuelo en redes sociales e, incluso, recibió una respuesta de la marca competidora, con un anuncio similar en frente de la de Coca-Cola.