Entrevistas - Argentina

Conocé a Luciano Ruiz, el nuevo Director de Casta Diva

Conocé a Luciano Ruiz, el nuevo Director de Casta Diva

(19/03/18). Fue un video viral (“De los muchísimos, del mundo”), y el destino, que lo llevaron a sumarse hoy al roster de Directores de la productora. De actor, a una agencia, hasta descubrir su gran pasión, la dirección, Ruiz hace de la profesión algo cotidiano. Con 25 años llega a la compañía para aportar nuevos modelos de producción e innovación en los formatos audiovisuales. En la siguiente nota, una entrevista para conocer al realizador. 

-¿Cómo se dio tu llegada a Casta Diva?
-Es bastante anecdótico por cierto. Venía trabajando en publicidad, del lado de producción in house. Desde mi rol en la compañía, no solamente era un nexo, sino que también generaba contenido y avanzaba dentro de la agencia. Esa intención de generar contenido también la llevaba al día a día haciendo proyectos personales y a veces tomando ciertas cuestiones por fuera de la agencia para trabajar y para filmar. Uno de estos videos se viralizó. Este es el video que filme de mi novia con los audios de whatsapp. A partir de la repercusión que tomó, tuve contactos de distintas personas, muchas del mundo audiovisual, algunos que conocía, otros que no. Una de esas personas fue Matías Dumont, dueño de una productora en España. Él me comentó que había visto mi material y que le había gustado mucho. Ahí fue que comenzamos a hablar, y me dijo que le gustaría que formara parte de la productora. Luego de eso, me agregó a la web y empezamos a ponerle energía a un proyecto, juntos. Lamentablemente no terminó saliendo nada, pero quedó el contacto y yo en la web. Por su parte, el Productor Ejecutivo de Casta Diva, Marcos Hernández viajó a España, se junta con Matías para repasar la lista de productores. Ahí es cuando me ve y me contactaron. Obviamente recibí el llamado con muchísimo entusiasmo. Venía trabajando en agencia, de la cual me fui en octubre porque ya había tocado un techo en el rol que me desempeñaba. Un poco por inquieto, otro por ansias de poder progresar, renuncie. Luego me mude, me fui de vacaciones a Japón y ahora vuelvo para arrancar con todo en Casta Diva.


-¿Cómo llegaste a ser Director?, ¿qué te atrae de esta profesión?
-Tengo que remontarme al origen de todo, que es a los cuatro años. Por ser muy hiperactivo, mamá me mando a hacer una serie de actividades para que libere energías en ellas. Y entre todas, me quede solamente haciendo teatro. A los seis años, un profesor me dice: “¿por qué no tratas en una agencia para hacer publicidades si te divierte?”. Lo vi como una buena la idea y le pedí a mamá que me anote. Ella es docente, no conocía nada de ese mundo. Así empecé como actor, en publicidades. Después tenía apariciones en capítulos sueltos. Empecé a ganar algunos contratos. Trabajé en Canal 9 cuando era Canal Azul, en tiras como “Pasión Morena”, “Cachorra”. También pase a trabajar en tiras infanto-juveniles muy populares como “Chiquititas”, “Patito Feo”. Hablo de roles de elenco, con todo lo que eso implica. Giras, espectáculos todos los días en el Gran Rex, figuritas, revistas con tu cara, merchandaising, toda esa locura. Fue muy divertido obviamente. Una experiencia aparte que vi en un porcentaje minúsculo de las personas. Es muy raro salir a la calle y que te pidan fotos. Pasado todo eso volví a trabajar en el san Martin y a los 19 añosterminé tomando distancia de lo actoral, por distintas circunstancias.


-¿Sentiste que en un momento te apasionaba más estar detrás de cámara que delante o fueron circunstancias externas a eso?
-No. No fue un quiebre que yo dije: “Quiero pasar al otro lado”. Fue algo que se dio naturalmente. A los 17 años terminé el secundario, porque encima siempre estuve un año adelantado en el colegio, y tuve que pensar qué estudiar. Obviamente siempre la bajada de línea familiar fue “está todo bien con la actuación, pero estudia”. Siempre sentí afinidad por la publicidad así que decidí estudiarla. Así es como de modo muy orgánico se dio esta transición de un lado de la cámara al otro, pero cuando digo al otro es al otro más lejano porque yo había ido a estudiar para ser creativo. En ese proceso de estudio, teniendo algunas materias de índole mas audiovisual fue que dije, está todo bien con el pensamiento, está todo bien con el planteo, me encanta, amo las buenas ideas, la creatividad, siento que hay gente ultra capacitada para hacerlo, pero me di cuenta que me gustaba la ejecución. Y ¿por qué no? Si básicamente desde los 6 años hasta los 19 viví metido en un set y lo sentí lo que era vivirlo, así también como el rodaje día a día, desde los más tranquilos y controlados, hasta las cosas más caóticas y las jornadas más maratónicas. De todas formas yo lo disfrutaba. Ahí fue que hice el quiebre. Preguntándome desde que lado podía encarar la publicidad. Empecé en la FUC – Universidad del Cine, que no la termine por cierto, pero bueno, fue como ese paso de decir me dedico más a la realización. En ese sentido, el trabajo posterior a eso en cuanto a formación fue más caótico, autodidacta y mezclado con algún curso, pero sobretodo fue de prueba. Así fue que empecé a filmar en mis vacaciones, cuando algo sucedía, y comencé a probar editar y jugar, lo que me dio una gimnasia de consumo de contenidos actuales, como publicidades, videoclips y Vimeo, viendo a gente de la edad de uno para ver los recursos que utiliza para narrar. Así me empecé a nutrir de como de muchos códigos de habla, miradas, formas de relatar. Probando fue que salieron todos estos proyectos personales de los cuales eventualmente uno terminó virilizándose. Creo que la sumatoria de todo el background actoral en set de mi vida, más el hecho de volcarme a estudiar publicidad, más trabajar en agencias y tener esa parte de realización de ganas, de voluntad y de búsqueda propia, y sobre todo, de nutrirse de nuevos lenguajes audiovisuales constantemente, hizo que hoy termine pudiendo entrar a Casta Diva como Director y estar así de contento como estoy.


-¿Cómo se dio el proyecto del que luego se convertiría en un video viral: “De los muchísimos, del mundo”?
-Más allá de María, mi novia, todo nació de un capricho de querer usar una cámara Súper 8. Ese es el origen. Esto viene desde antes de conocerla, solo que no encontraba el momento como para usarla. La conozco a María, nos ponemos de novios y pensé que no estaría mal hacernos un viaje corto, comprarnos una cámara Súper 8, filmar y ver qué pasa. Eso lo dejé stand by, pero a su vez en el cotidiano estuve siempre con mi cámara e iba filmando. Tengo mucho registro de mi familia, de mi novia, de cosas que filmo por el solo hecho de filmar, que después a veces no hago nada. Quizás algún día lo haga, pero lo hago solo porque me divierte y porque me gusta tener ese registro. Entonces empecé a hacer más como una suerte de puesta coreografiada donde le decía a María dónde ponerse. No era solamente filmarla porque me gusta, sino también empezar a pensar cóomo poder mostrarla a ella en el modo en el que la veo. No es una compulsión, pero esta cosa de generar contenido y de registrar y de conservarlo también me hizo empezar a notar que muchos de los audios que nos mandábamos por WhatsApp tenían implícitos como una narrativa, que a partir de cuestiones puntuales, cuentan un todo. Eran pequeñas cosas, palabras y momentos que reflejaban hasta segmentos de la relación, como el modo en el que hablábamos los primeros meses. Cuando la relación se empieza a asentar, el despartajo con el que uno habla una vez transitada la relación. Entonces decidí armar un video sobre mi novia, notando que tenía varias aristas a las cuales podía apelar para generarlo. Ahí obviamente me puse un poco vivo y pensé que si necesitaba empezar a filmar un poco más lo iba a hacer. De hecho, hay algunas transiciones y algunas cosas que sí están más pensadas en función del video, pero después el resto es esa cosa cotidiana que tengo yo de registro y de conservación.


-¿Cómo te definirías como Director?
-Primero me gustaría aclarar algo. El término de improvisado tiene muy mala prensa, se usa como un término peyorativo porque entiendo que se dice así cuando alguien no prepara nada, va hace lo que puede y listo. Dicho esto, creo que mi intención por lo menos, o la forma en la que intento desarrollar mi trabajo es ser lo suficientemente esquemático y ordenado, y dar garantía en el planeamiento previo de cada cosa que voy a concebir, como para después poder, sobre una base segura, improvisar. Mi eje es eso, es tener la suficiente solidez en el planteo previo, en el acuerdo con las partes involucradas y en el planeamiento como para que en una segunda instancia, ya en el momento del rodaje, improvisar. Busco tener ese aire de improvisación porque siempre, y esto me pasaba mucho desde el lado de actor, sen ese abrir el juego surgen cosas que escapan al pensamiento de uno que son básicamente cuestiones bellas a capturar. Es tener la soltura suficiente y estar lo suficientemente predispuesto a aceptar lo que el otro te puede brindar como para encontrarle la belleza a eso y capturarlo.


-Trabajaste en agencia, y ahora entrás en una productora, ¿cómo ves el trabajo con los Directores Creativos?
-Habiendo trabajado en la agencia entiendo con claridad cuáles son las cuestiones en las cuales a veces ellos tienen que bajar a tierra ciertas cuestiones y ponderar quizás, algunas cosas por boca del cliente o por necesidades propias de la compañía. En ese sentido, al haber estado un tiempo del lado de agencia lo comprendo. Después en el dialogo siempre hay una intención de, aunque suene medio raro, ir evangelizando para entender también nuevos procedimientos. Muchas veces pasa que en las agencias cuando se produce y se hace en cantidad, se sabe que hay esquemas de producción, y obviamente yo no vengo a cambiar las reglas del juego, no es mi función ni mi intención, pero si está bueno ir de apoco evangelizando a todos con los que uno tiene la posibilidad de contactarse para dar a conocer nuevos procedimientos, procesos y modos de trabajo. A veces, hay cuestiones que pueden flexibilizar y eso es bueno. Otras veces, ves toda esa flexibilidad y quizás lo que en muchas ocasiones puede parecer un comentario del cliente que hay que desestimar, puede llegar a sumar. Además, tiene que haber un trabajo muy fuerte de confianza mutua, pero es un trabajo arduo y que implica encontrar cuáles son los proyectos aptos como para meterlo.


-Los cambios tecnológicos y las redes sociales han cambiado la forma de contar historias, ¿cómo impacta en la industria de la producción?
-Uno tiene que aprovechar los nuevos formatos para las narrativas. Se han hecho montones de cosas que aprovechan el formato vertical para un celular, donde la historia está encuadrada dentro de ese planteo, donde las cosas que suceden tratan líneas en la composición que tienen que ver con eso. Más allá de lo estético, un cuadradito para meter en Instagram puede hablar sobre una persona atosigada dentro de ese encuadre chiquito en el que vive. Claramente a nivel subtexto, no es que le vas a poner ese título a la pieza, pero digo, hay que abrazar ese formato y también ver de qué modo puedo sumar narrativamente. Después hay otra cuestión, que para mí es fundamental, y donde siento que se comente un error muy fuerte, que es cuando desde la publicidad se intenta emular el video natural o emular un viral, porque a veces pasa que un brief dice que hay que hacer videos virales y nada lo es. Entandé cual es la matriz del código del habla y tomá eso. Capaz se hizo viral porque apeló a tal recurso, quizás porque hizo una utilización de foto fija en el medio del relato del video y pasóo después a tener cortes de personas filmándose a sí mismas con celular, y capaz es agarrar el formato a nivel esqueleto, la narración, e inyectarlo de contenido con un discurso más publicitario. No hace falta llevarlo al extremo de querer ser algo que no sos porque en definitiva es antinatural y no te va a salir. Entonces, para mí el trabajo más fino de las nuevas tecnología, las redes sociales, nuevos tiempos, tiene que ver con tomar de la matriz de todo esto, el lenguaje y después ese lenguaje no querer repetirlo, sino trasladarlo a lo que es tu discurso.


-¿Dónde te imaginas de acá a 5 años?
-Conocí un director que fue a filmar un publicidad a Japón, país con el que tengo un amor profundísimo, de hecho los últimos tres años me fui de vacaciones para allá, es algo que me encanta y me fascina, y si quiero poner así una meta laboral, llamémosle un futuro relativamente cercano, sería bueno poder en algún momento dirigir alguna pieza para el mercado japonés.


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