Rappi se define como la marca “anti-absurdos”, entendiendo un absurdo como cualquier proceso que genera una pérdida de tiempo y energía innecesaria: y qué mejor categoría para cuestionar los absurdos que el sistema financiero, plagado de trámites y esperas burocráticos.
Con esa premisa, se definió el tono de la marca como inconformista y desafiante del status quo, pero, a la vez, positivo, ya que traduce los problemas en soluciones reales a través de sus productos financieros. Es así que nació “No me lo banco”, la idea que le daría vida a la campaña de lanzamiento de RappiBank.
Con una estructura de problema-solución se presentaron los cuatro beneficios clave del producto: ¿Ir al banco? No me lo banco. Con RappiBank, nunca harás una cola. ¿Pagar membresía? No me lo banco. Tener una tarjeta RappiBank Visa no te cuesta nada. ¿Tener muchas apps? No me lo banco. Tus operaciones bancarias, delivery y envíos en una sola app. ¿Canjes aburridos? No me lo banco. Con RappiBank acumulas plata por comprar.
Cuatro beneficios, pero no igual de relevantes para todos los grupos objetivos. Es entonces que se recurrió a la data digital para definir audiencias según su journey con los servicios financieros: si para un usuario Rappi es más relevante tener el banco en una app que ya usa, para un heavy user de tarjeta de crédito será más relevante el cashback en dinero, mientras que un usuario de banco tradicional valorará más no tener que ir al banco o pagar membresía si no usa la tarjeta de crédito.
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