Productoras - Argentina

Ser directora, mucho más que ser mujer

(07/03/22).En esta nota once directoras de la productora Casta Diva hablan de su rol como directoras de cine publicitario y debaten temas sobre los que hoy la publicidad está muy atenta: derribar estereotipos, el nuevo concepto de la belleza, la inclusión, el impacto de un mensaje, entre otros… Casta Diva es la productora que más mujeres tiene en su roster, y una de las pocas productoras de la región, cuya CEO y dueña es una mujer, Cecilia Felgueras. Casta Diva es una productora elegida por las directoras por considerarla un espacio propicio para su desarrollo y crecimiento. En esta nota, la voz de las once directoras.

Hay una construcción social que vincula ciertas áreas al género masculino, como la producción ejecutiva, la dirección y la fotografía, por ejemplo. Sin embargo, las mujeres poco a poco van conquistando estos espacios en el mercado de la producción audiovisual y cada vez hay más productoras ejecutivas y directoras mujeres en el mercado.

Para Mel Bray esto es clave. Según la directora, la mirada de las mujeres a una industria que históricamente ha sido tan “de hombres” aporta nuevas perspectivas. “Cualquier industria que esté construida sobre una única mirada carece de visiones”, expone. Siento que la apertura de la publicidad y el cine a nuevos modelos y construcciones abrió el espacio para nuevos debates, y eso, a nuevos cambios. Para mí, la mirada de las mujeres es sumamente necesaria en un mundo como el de hoy, donde ya no existe una única mirada sino múltiples y de todos los colores”.

En este sentido, es importante mencionar algunos aspectos que son claves para que las mujeres comiencen a liderar esta industria. “Las acciones afirmativas para la inclusión de la mujer en la industria audiovisual, como las que impulsa la organización internacional Free The Work (de la que formamos parte), juegan un papel fundamental para que el mercado sea más igualitario”, dicen Figas.

“Se trata de plataformas que ayudan a visualizar esto de forma más evidente, que promueven el descubrimiento de talento y de mujeres directoras dentro de la industria”, complementa Mel. “Cada día son más las mujeres que ocupan el rol y de alguna manera el foco está puesto en ello, pero aún falta un largo camino para lograr una equidad real”.

“Para liderar en este sector, -dicen Figas- es muy importante tener resiliencia y claridad sobre tus objetivos. La presión y la enorme competitividad del mercado muchas veces nos puede desanimar y por eso creemos que trabajar en dupla es una gran ventaja. En cierto modo, trabajamos como entrenadores individuales unas de otras, animándonos y recordándonos nuestras metas para seguir adelante. También es importante tener conocimiento sobre todas las etapas y áreas de producción, para entender las posibilidades y dificultades de cada área. De esta manera, te conviertes en un líder empático que valora a tu equipo y conoce sus limitaciones”.

“Creo que hay más espacios de participación, pero las oportunidades siempre irán para los mejores preparados y eso está bueno, es justo y es estimulante”, plantea la directora Lucia Iturbe.

Derribar estereotipo siendo parte del cambio

Jess Praznik es bastante crítica de la industria. “La mayoría de las veces siento que están como en un paralelo. Que la realidad que quieren mostrar no es una realidad y que, en vez de incluir, lo que hacen es excluir. Muchas veces caricaturizan las realidades y no toman enserio las familias cuando no son heterosexuales”, opina.

En este sentido, dice, “el rol de la mujer como directora viene a traer otra mirada, en la que posiblemente las generaciones anteriores no estábamos tan acostumbrados a ver. Siento que ya desde ese punto hay otra estructura”.

Lo más importante para ella es no perder de vista a quien le estás hablando y cómo vas a transmitir ese mensaje. “Yo puedo hablarles a mujeres con cualquier tipo de orientación sexual y trabajar con un mensaje que muestre, por ejemplo, una pareja de dos mujeres. Para poder lograr el espacio de identificación es importante eso, sacar el foco de la sexualidad y llevarlo a la cotidianidad, con las problemáticas que se vivan, que vos puedas identificarte igual. No importa cuál sea tu género ni tu orientación sexual”, remarca. “Eso es lo más importante para mí. Crear esos espacios de identificación. Que un señor que está en la casa vea una publicidad de una familia conformada por dos mujeres y pueda identificarse de la misma manera con esa situación. Muchas veces esos nexos pasan por lugares comunes, la juventud, la inexperiencia, y en todo eso uno puede identificarse igual. No importa si la persona es mujer, hombre, no binarie, o cual sea su orientación sexual, creo que el punto pasa por encontrar esos espacios que puedan integrar”.

La directora menciona también la responsabilidad que implica hablarle a un grupo determinado, sobre todo, si uno no es parte de tal grupo. “Es difícil levantar la mano y decir que no estás familiarizado o no sabés cómo hablarle a la comunidad, pero sería mucho más sincero y construiría mucho más. Es muy difícil pararse en ese lugar, pero es muy necesario. Hay que aprender sobre el impacto que podemos dar con el mensaje que transmitimos y saber cuándo hay que correrse”, plantea Jess. “Es importante trabajar en equipo. Para dar un mensaje diversx los equipos tienen que ser diversxs. Al menos eso es lo que yo creo. El trabajo en equipo le gana a todo”.

Muchas veces un casting que en sí mismo cuenta una historia, se nota un trabajo previo para dar con mujeres diversas y reales. Según cuentan Bel y Ju, “buscamos la autenticidad en nuestro trabajo y esto también se refleja en la elección del casting, estamos profundamente involucrados en la investigación, junto con nuestro equipo, siempre buscando mujeres reales que tengan una historia que contar, que representen la diversidad”. Para ellas, cada personaje aporta una vida y eso es lo que enriquece la escena.

Es esa la búsqueda, “de personajes auténticos y seguros que reflejen el orgullo de ser quienes son e inspiren ese sentimiento en los demás”, siguen las directoras. “Este es el espíritu de nuestro trabajo donde buscamos provocar identificación y pertenencia también a través del casting. Durante el rodaje buscamos captar esta verdad. La mirada de cada personaje en la lente conecta al espectador con nuestra historia y lo acerca y transmite el mensaje que queremos transmitir”.

La nueva “beauty”

En sintonía con derribar los estereotipos reinantes, hay temas y conceptos que evolucionan. Uno de ellos es el de belleza. Según Javiera Eyzaguirre, “hoy en día es un concepto más abierto, más libre y subjetivo, en un momento donde los cánones de belleza están cambiando, estamos construyendo desde nuestra identidad, desde un espacio más comprometido, más auténtico y valiente. Pero tenemos muchísimo más por hacer aun, creo que recién estamos en un proceso de deconstrucción del concepto para poder desde ahí construir el que realmente nos corresponde como mujeres, desde y hacia nosotras”.

Si bien la forma de mostrar un cosmético, un perfume, una mujer cambió muchísimo, “pienso que aún estamos en un pequeño comienzo de ese cambio. Ahora ya no podemos seguir mostrando estos elementos como representación de una mujer, sino que es la mujer quien los tiene que hacer propios y desde ahí, desde su experiencia y real gusto y pertenencia mostrarlos desde su vereda, gustos, realidades y estados”, detalla la directora. “Es decir, que ya basta de hacer analogías desde la mirada antigua de lo femenino para representar estos elementos, ahora hay que construir una propia desde la experiencia y sin continuar haciéndolo sobre la objetivación de la mujer. Eso significa que lo creativo debe crecer urgentemente en la industria, y creo que estamos en el momento oportuno para eso”.

Para Talya Galasko, “está claro que los comerciales se han vuelto menos blanqueados y que las marcas se han alejado de un estándar de belleza singular y poco realista”. No obstante, sigue, “en el mundo de la publicidad y la producción, debemos ser muy cuidadosos para evitar volvernos simbólicos y utilizar grupos y personas subrepresentados con el fin de pintar imágenes de marca más inclusivas para nuestros clientes. Necesitamos asegurarnos de que nuestros equipos y creativos sean diversos, no solo las personas que ponemos frente a la cámara. Se necesita mucho trabajo para garantizar que las mujeres, las personas de color, las personas LGBTQI+ y otras minorías formen parte (y una parte integral) de la conceptualización y la creación de anuncios destinados a los grupos de los que provienen”.

La evolución de la publicidad

Según Claudia Abend, “felizmente todo está cambiando muy rápido. La publicidad de toda la vida, esa tan ‘de mentira’, que vendía invariablemente a través de un mismo modelo de personas, ya casi no existe. Hoy se busca y se incentiva la diversidad y la inclusión cada vez más. Tanto que empezamos a sentir ridículo aquel mundo (para nada lejano en el tiempo), en el cual filmábamos siempre las caras que representan los parámetros de belleza que también están poco a poco siendo derribados”.

Sin embargo, sigue la directora, “siempre queda mucho por hacer. Y eso está bueno, porque, ¿qué sería de nosotros si ya hubiésemos logrado lo máximo posible? Que la inclusión siga instalándose, imponiéndose. Siento que estamos en el camino, sin duda.

“Todo lo mencionado solo es el comienzo de lo que podría ser un gran cambio”, plantea Francesca Danovaro. “Considero que poco a poco, así como se ha logrado la inclusión y la visibilidad de la diversidad de género, se pueden ir abarcando nuevos temas sociales que aún son bastante Tabú para la sociedad y es necesario que sean vistos. Aún queda mucho trabajo por hacer, aun se necesita que grandes empresas apuesten por nuevos caminos”.

“Se ve en los conceptos, en las ideas, en los roles, se respira un clima mucho más democrático, más libre y, por lo tanto, mucho más creativo”, opina Lucía. Pero para ella falta avanzar por ese camino y llegar a lugares muchísimo mejores.

En línea con esto, Jess se refiere a lo que les falta a las marcas para comunicar realmente de una manera genuina y no forzada. “Lo que le falta es naturalizar de verdad la temática, porque todo lo que uno piensa se traslada a lo que uno hace, entonces, a la larga si las personas que están haciendo esas publicidades no están creyendo en lo que están haciendo, el resultado es ese. Se transmite de esa forma”, opina.

Talya es contundente en esto y exclama: “Como directora tenés una enorme influencia sobre quién es tu equipo. Creo que se trata mucho menos de garantizar que la composición total de su crew sea un número que le guste (es decir, "¡mi tripulación es 70% personas de color!"), Cuando en realidad todos los cabezas de equipo siguen siendo blancos, hombres, cisgénero”.

Ser directoras

“Para nosotras ser directoras es poder hacer cualquier película que nos apetezca hacer”, dicen Figas al respecto. “Ya sea que la película tenga un tema feminista o no, y mientras no dañe nuestros valores, deberíamos poder hacerlo si queremos. Ser directora, por tanto, es ser un profesional completo, que no debe ser clasificado en función de su género”, exclama la dupla.

“Agradecemos las películas con buena narración, que sean cautivadoras y que tengan un buen desempeño. De hecho, acabamos de dirigir un anuncio para una marca de auto, que no ha sido superado por ninguna película realizada por un director masculino. ¡Fue una deliciosa descarga de adrenalina!”, concluyen Figas.