Erik Vervroegen, Director Creativo Internacional de Publicis

Es cierto que en un primer momento había dudado de aceptar cargos globales. Sin embargo, en septiembre pasado Erik Vervreogen se convirtió en el Director Creativo Internacional de Publicis Worldwide. Este creativo belga que fue altamente premiado a lo largo de su carrera, hoy ocupa un lugar privilegiado y, desde su reciente cargo, cuenta cuál considera que es el secreto para hacer buena publicidad.

-¿Se considera un líder? ¿Qué busca la industria?
-No, yo no soy el líder de nada. Yo quiero ser ese tipo que vaya de acá para allá, hablándole a los otros, dándoles buenos consejos. Obviamente, me echarán si nuestro trabajo no va bien porque tengo responsabilidad pero no me gusta la idea de ser un líder. No soy su jefe, soy su socio y ese un trabajo diferente. Voy a ver a la gente una vez por año, no voy a ir a regañar a nadie porque, básicamente, no es la forma en la que veo este trabajo. Respecto a la industria, creo que hoy lo que se busca son personas que puedan armar grandes ideas, que puedan pensar a lo grande.

-¿A dónde cree que va hoy la publicidad?
-La verdad es que no sé a dónde va, pero puedo decirte a dónde creo que debería ir. Me parece que debería entretener, que se trata de entretenedores que puedan entretener a otros. En cualquier forma. Por favor, volvamos a eso. Seamos educados, correctos con la audiencia y démosle un show decente. Mucha gente está tratando de hacer esto. Heinekken y Nike, por ejemplo, arman publicidades muy caras y entretienen. En Italia, hay gente haciendo otras con óperas y también logran ser entretenidas pero baratas. Creo que la publicidad debería ir hacia allí, ponerle una sonrisa en la cara a la gente.

-¿Por qué dejó de trabajar en TBWA\Paris después de seis fructíferos años? ¿Qué aprendió en todo este tiempo?
-Cuando me fui de TBWA\Paris, sentía que quería hacer algo diferente. En ese momento, me parecía que no podía llevarlos al siguiente nivel en cuanto a lo digital. Era imposible por un montón de razones. No era la su culpa, la agencia simplemente no estaba preparada para eso. Mientras pudiera aprender, me quedaría. De lo contrario, tendría que irme. Sino, ¿cuál era el punto? Soy muy duro conmigo mismo. Me probé en un montón de aristas pero en las nuevas tecnologías era difícil y yo quería estar en el medio de una agencia digital. Quizás estaba un poco loco, pero me interesaba mucho el desafío de ser belga, tener base en San Francisco y estar a cargo del doceavo banco más grande del mundo. Realmente, quería ser más global y aprendí un montón de muchas personas. Aprendí que siempre hay alguien mejor que nosotros mismos, que tenemos que encontrar a esa persona y buscar inspiración en ella. Hay que estar abiertos y frescos, y esas son algunas de las enseñanzas que adquirí estando en contacto con muchas personas de diferentes lugares.