Arte y contenido que alimentan el alma

Hari Sama, Fundador y Director de Catatonia.

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En México algo está pasando. Según Hari Sama, Fundador y Director de Catatonia, hay una ola de nuevos discursos publicitarios que años atrás hubieran sido imposibles, tales como The HairFest, de Ogilvy México para Casa de la Amistad, el primer recital del mundo en donde la entrada era pelo para los niños con cáncer. El motivo no es una reactivación económica ni mucho menos, sino el ingenio y las ideas de las agencias y de las productoras de estilo boutique. “Hoy empezamos a usar el sentido del humor mexicano, que es muy sobresaliente y muy poco explotado” es una de las frases que arroja Sama en la entrevista con LatinSpots, en donde confiesa, además, todo un despertar artístico que vive hoy la productora, con casos paradigmáticos como el largometraje “Despertar el polvo”.

-¿Cómo fue el último año para México a nivel general?
-2014 fue raro. El trabajo fue más bajo que otros años, pero creo que 2015 viene mejor. Siguiendo con la comparación, en 2014 hubo toda una sensación de traición. La gente estaba muy desilusionada, en especial aquellos que votaron por el Partido Revolucionar Institucional (PRI). Los que no votamos por ese partido, estuvimos asustados y enojados. En general, había una sensación de parálisis económica y hasta emocional. De pronto, empezaron a salir a la luz un montón de cuestiones con un tinte social muy graves, en las que la gente levantó la voz de un modo distinto. Somos un pueblo que no ha aprendido a pensar en el otro, tenemos poca voluntad como sociedad y más como individuos. Hay ciertos asuntos sociales que ocurrieron el año pasado que impulsaron una cierta unión de la gente. En México lo que ocurrió fue que todos los actos de corrupción, impunidad y violencia ejercida por las autoridades empezaron a conocerse más y empezó a salir a flote la información.Más allá de toda la cuestión de Ayotzinapa y de los interrogantes de porqué algunos se levantan por los estudiantes y por otras cosas no, muchas personas vinculadas a la educación en las provincias se toman atribuciones como robar camiones. Lo más importante fue que la sociedad civil se unió para decir que está cansada de la forma en la que México funciona. Eso es esperanzador, pero 2014 terminó de un modo muy oscuro y con muy poco movimiento. Sin embargo, se sembraron muchas cosas muy creativas a nivel de inspiración. Y desde principios de 2015, hay mucha de esa esperanza germinando, pero también hay una continuidad de 2014. En las noticias mostraron que hubo una reunión casi secreta entre Enrique Peña Nieto y Barack Obama. La energía de la gente se dirige a dejar atrás un año de decaída y a revitalizarse. Hay muchas ganas, ilusión y más trabajo.


-¿A qué se debe esta reactivación social?
-Hubo un cambio generacional muy fuerte, y hay circunstancias que generan un cambio de paradigma, siento que estamos entrando ahí. La causa de la desaparición de los 43 estudiantes se va a empezar a desinflar, tal como suele suceder en México con esas cosas. Hay gente que sigue pensando que está bien que se los acaben porque son revoltosos. Pero esa es la manera más cómoda de sobrevivir en un país que vive de la injusticia y el individualismo. No hay mucha posibilidad de pensar en el otro. Nadie se da cuenta que todos somos, en el fondo, lo mismo. Entonces pensar que todo se arregla solo, sin que tú involucres una parte de tu energía, es un poco infantil. La gente en México tiene que despertar, y no hay forma de hacerlo si no es con mucho dolor.


-¿Cómo impacta todo este panorama en la industria de la producción y en la creatividad mexicana?
-En nuestro caso, está germinando el proyecto de “Despertar el polvo”, la película que estrené el 22 de enero de 2015. Además, estamos terminando un documental y tenemos un foro de teatro mexicano independiente. Hemos estado muy creativos. Publicitariamente, y en coincidencia con el incremento del nivel de esperanza junto con el desarrollo tecnológico, hemos tenido proyectos muy interesantes. Tuvimos muchas experiencias públicas, como por ejemplo el HairFest, en donde un grupo de rockeros donó su cabello para una causa de cáncer infantil. O enseñarle a las mujeres a tocarse los senos para evitar el cáncer de mama. Hoy, hay toda una ola de discursos publicitarios que antes hubieran sido imposibles. Muchas veces no depende del recurso económico, sino del ingenio de la agencias.


-¿Entonces en México las ideas se están comiendo a los presupuestos?
-En algunos casos, si. Cuando no hay tanto presupuestos, entonces hay que hacer algo más simple. Eso no garantiza que vaya a quedar mejor, pero hace que todo dependa más del ingenio. Aunque si contamos con más dinero podemos hacer algo más grande que también puede quedar muy bien. Funciona mucho mejor cuando te tenés que adaptar a las distintas situaciones, y eso se extiende a todos los aspectos de la vida. Por suerte, hoy podemos depender más del ingenio y empezar a usar el sentido del humor mexicano, que es muy sobresaliente y muy poco explotado.


-En definitiva, ¿cuáles son los principales temas del mercado mexicano hoy?
-Se sintió una parálisis dentro de la industria publicitaria, desde poco antes del Mundial de Fútbol. México estuvo completamente detenido. Incluso hubo una devaluación, pero eso vino después de la parálisis. Se había comentado que el gobierno tenía el presupuesto anual detenido para poder promulgar todas las leyes que tenía en su agenda. En todo caso, le devaluación tendría que generar un importante flujo de inversión extranjera, cosa que no está sucediendo. Veníamos con un muy buen ritmo de trabajo, pero de repente todo se detuvo y todos dejaron de invertir. Luego, todo se empezó a reactivar hacia fines de 2014. Y eso incentivó que cada uno buscase una solución para su propia “granja”, lo cual impulsó mucho la creatividad y llevó a buscar nuevas formas de hacer publicidad.


Cerca del arte


Frente a un contexto económico adverso, principalmente por la devaluación del peso mexicano y la falta de inversiones extranjeras, Catatonia decidió ir para adelante. El contenido fue su bandera, y así se acercó a dos grandes artes: el cine y el teatro. El efecto colateral fue un cierto alejamiento de la creatividad publicitaria, pero para 2015 tanto la productora, como Hari Sama, planean saldar esa deuda.


-¿Cómo cerró Catatonia en 2014?
-A fin de año empezó a mejorar el asunto. También estuvimos haciendo mucho más cine, teatro y nos involucramos con el contenido. Nos dimos la licencia de ampliar mucho más el terreno de juego porque nos alimenta el alma. Estrenamos “Despertar el polvo”, estamos terminando un documental, hicimos una serie de cortos que están viajando alrededor del mundo. Incorporamos a Álvaro Hernández que estaba en la productora Central Films. Estuvimos muy creativos y tratando de encontrar nuestro lugar en esta forma distinta de hacer publicidad. Estamos con mucho ánimo, después de haber visto cosas muy interesantes en el Círculo Creativo. Tenemos muchas ganas de acercarnos a nuestros amigos creativos y jugar este nuevo juego con ellos.


-¿Cuáles fueron los puntos más significativosdel año pasado?
-Además de nuestra aproximación con las artes, produje un disco con una banda de la que yo formaba parte y que estaba dormida hace 18 años. Hicimos muchas cosas muy creativas. El fallo fue no haber estado tan cerca de la creatividad publicitaria como hubiera querido. Este es un tema que vamos a resolver en 2015 con toda nuestra fuerza y con todo nuestro interés de renovar nuestra forma de hacer publicidad. Queremos poner en práctica todo lo que hemos aprendido de nuestro bagaje artístico. Tendríamos que utilizar todo esto a favor del trabajo publicitario. Estamos muy concentrados en enriquecer la publicidad que vamos a hacer en 2015.


-¿El arte y la creatividad siempre formaron parte de la filosofía de Catatonia?
-Si, sucedió que en 2014 nos avocamos mucho más a las artes que a la publicidad. En el momento de construir toda una relación con el cine, con el teatro y con la música, aprendimos muchas cosas que tendremos que poner en práctica en otro ámbito, como el publicitario. Para alimentar este costado publicitario, estamos cotizando un documental para un cliente muy grande. Y, además, tenemos la idea de hacer una serie digital.


-¿Qué proyectos tienen para 2015?
-Queremos hacer de esta boutique creativa una compañía relevante en el Círculo Creativo que viene para 2015. Quisiera llegar con un grupo de directores y productores entregados a que nuestra capacidad creativa como casa de cine publicitario se represente con un desempeño mucho mejor en ese festival. Por lo menos, queremos sentirnos tranquilos que llegamos con un volumen de trabajo interesante. Para ello estoy en charla con varios directores. La llegada de Álvaro Hernández es muy positiva en ese sentido, y seguramente incorporaremos a varios más. Por otro lado, estamos en varios proyectos de cine. Al mismo tiempo, estamos con una iniciativa llamada Tandem y tiene que ver con que seis directores de teatro van a experimentar un acercamiento con la filmografía a través de seis cortometrajes. Y, a su vez, seis directores de cine harán seis piezas cortas teatrales. También, tenemos la idea de fortalecernos como una productora de contenido tanto para televisión como para internet.


“Despertar el polvo”


Hari Sama estrenó, a fines de enero,un largometraje filmado en uno de los barrios más violentos de la Ciudad de México, el Campamento 2 de octubre. Con la colaboración de Instituto Mexicano de Cinematografía para la posproducción, el film expone la realidad de un indigente que se ve obligado a adentrarse en el mundo del crimen y la extorsión.


“Estuvo hecha de un modo experimental, porque el protagonista es un hombre del barrio y muchos de los actores son personas que viven realmente en ese barrio. La historia juega con distintas metáforas. Básicamente versa sobre la vida de un indigente al cual observamos con mucha paciencia, a través de tomas muy largas”, describe Sama.
En un momento de la película, el protagonista tiene que regresar al crimen y a toda una vida que tenía antes de terminar en la calle. Cuando se da esa reencarnación, se observa un mundo violento en el que todo funciona a través de la corrupción y la impunidad y el protagonista tiene que hacer una serie de acciones para salvar a una mujer, que lo van hundiendo cada vez más. “De esta manera, deja de ser indigente y se ve inmerso en una extorsión, que es muy común en México, sobre todo dentro de la esfera política”, amplía el director del largometraje.


Desde la óptica del Fundador de Catatonia, la película trae toda una reflexión metafísica: si todos aquellos que viven en la calle, que sí son renunciantes, están más cerca de lo místico o de lo animal. Otra pregunta que se vincula con esto es qué pasa cuando uno encarna y qué pasa cuando se mira al interior de uno mismo en determinadas situaciones, como por ejemplo estar en una fosa común sin salida. En otras palabras, le intriga la relación que existe entre una persona que vive en la calle y un monje cercano a la iluminación a partir de su renuncia de lo material. “Siento que los indigentes son como los intocables de la sociedad, en el sentido de un poder muy particular que les da el no tener nada, ni siquiera el aseo más básico. Han renunciado a todo, entonces nadie quiere robarles, no hay nada que reclamarles, no tienen renta que pagar, no tienen nombre, son innombrables. Realmente, nadie se les acerca. Viven en un mundo paralelo y eso les da una manera muy particular de ver la realidad”, confiesa.


El proceso de filmación no fue tan extenso,duró dos semanas. Pero todo el equipo pasó un mes dentro del barrio para terminar de afinar el guión y para trabajar junto a los “no actores” a través de un pequeño taller. El resultado fue un film de una hora veinte de extensión, en donde el Instituto Mexicano de Cinematografía subsidió la posproducción de la película. “Gracias a ellos la pudimos terminar, después hicimos un buen tour de festivales y ganamos dos premios importantes: el Kukulkán, que es el premio a la mejor película en el Festival de la Riviera Maya y que nos otorgó una cantidad de dinero considerable gracias a la cual pudimos hacer la distribución, y el reconocimiento a la Innovación Artística PCI Proyecto Cine Independiente, en el Festival de las Tres Fronteras (Argentina)”, destaca Sama. Sin embargo, se les hizo muy complicadala distribución por cines comerciales, porque el coste era y es muy elevado para una película pequeña de corte independiente.


 

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