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Los latinos luchan por ser representados y reconocidos en Hollywood

(31/01/18). La industria cinematográfica estadounidense está siendo obligada a evolucionar tras ciertas polémicas, así como también por los reclamos que, en pocas palabras, tienen como fin lograr igualdad entre géneros y mayor diversidad tanto en oportunidades de trabajo como en reconocimiento. Los latinos son una de las minorías que aún no han sido tenida en cuenta en los debates.

La actualidad de Hollywood está teñida de polémicas relacionadas a temas de relevancia. Lo más reciente son como las denuncias de acoso sexual, falta de representación y desigualdad de salarios desatadas por las acusaciones contra Harvey Weinstein y retomadas por Time´s Up.

Retrocediendo a los años 2015 y 2016, en los que los actores negros y las películas que apuntaban a personajes afroamericanos fueron dejadas de lado, los actores se manifestaron mediante el hashtag #OscarsSoWhite. Esta movida en redes sociales fue de tal magnitud que Hollywood debió tenerla en consideración. Fue allí cuando la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas modificó el estatuto y variaron a sus votantes. En 2017 lograron transformar esa realidad y fueron nominados al Oscar seis actores negros, número nunca antes alcanzado.

Otro de los reclamos se relaciona con la disconformidad con la elección de actores blancos para interpretar personajes de minorías, que ha sido motivo para que la comunidad asiática se movilizara.

Pero una de las minorías que es más ignorada es la de los latinos. Álex Nogales, presidente de la Coalición Nacional Hispana ante los Medios, expresó: "Sabemos que tendremos que ir a los premios este año a protestar. Hemos intentado hacernos oír de modos menos hostiles. Pero los estudios de Hollywood parecen no entender de otro modo".

El reclamo es claro. El 18% de la población estadounidense es de origen latino, siendo además el 23% de los espectadores que van al cine, al menos, una vez al mes. Solo el 3% de personajes que tienen diálogos en largometrajes de los últimos diez años son latinos.

La última vez que un artista con ascendencia latina triunfó en los Oscar fue Penélope Cruz hace nueve años, gracias a su trabajo como actriz de reparto en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Y la última ocasión en la que fueron nominados fue en 2012 (el mexicano Demián Bichir fue nominado a mejor actor, por su papel en Una vida mejor, y la francoargentina Bérénice Bejo a mejor actriz de reparto, por El artista). Por su parte, José Ferrer ha sido el único latino en ganar un Oscar a mejor actuación principal. Este reconocimiento se le otorgó en 1951 por su trabajo en el film Cyrano de Bergerac.

Donde los latinos sí han notado mayor reconocimiento es detrás de cámaras. En 2014, el mexicano Alfonso Cuarón se destacó como el mejor director por su labor en Gravedad. Los dos años siguientes fue su compatriota, Alejandro González Iñárritu, quien fue merecedor de este premio por Birdman (2015) y El Renacido (2016).

En los Oscars 2018, el talento latino tendrá varias oportunidades para pelear por ser reconocido. Este año, es Guillermo del Toro el que podría continuar con el legado de sus compatriotas. La forma del agua, película por la cual está ternado como mejor director, tiene 13 nominaciones. Del Toro además fue el encargado de escribir el guión.

Por otro lado, una de los films nominados a recibir el galardón de mejor película animada es Coco, cuyo elenco es enteramente latino y su trama tiene como base el los festejos del Día de Muertos en México.

Tras los distintos reclamos y conflictos en los que se vio envuelto Hollywood, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas aseguró que su intención al 2020 es duplicar la cantidad de sus integrantes mujeres y parte de minorías ya que, actualmente, compuesta en un 72% por hombres y en un 87% por personas de raza blanca.

De todas formas, el problema principal es que la exclusión de los latinos aún no se ha vuelto un tema de debate que resuene en la industria. Sobre esto, John Bailey, presidente de la organización afirmó que ellos están haciendo todo lo que pueden desde su lugar, pero que también es necesario que haya trabajos disponibles para las minorías, para así generar realmente una industria diversa y con oportunidades para todos, así como también más papeles que los representen.

Sin conocer a ciencia cierta cuál es el verdadero motivo por el cual la industria aún no toma medidas para cambiar esta realidad, los números de las taquillas comenzaron hace algunos años a mostrar que hay cada vez más desinterés por parte de los hispanos. En 2013, eran 11.6 millones de latinos los que iban a ver por lo menos una película por mes. En 2016, esa cifra cayó 8.3 millones, lo que denota que es necesario transformar esta realidad para que el público hispano no siga decayendo.