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WT Intelligence: La Era de la Privacidad

(03/09/20). Considerando que gran parte de la vida moderna ocurre en el ámbito digital, cada vez se captura más información personal en línea y se comercializa entre las marcas como una forma de comprender mejor a sus consumidores. Pero lo que comenzó como una forma de facilitar la vida de los usuarios al brindarles información conveniente y personalmente relevante, se ha transformado en lo que se percibe como una economía turbia y clandestina de intercambio y negociación de datos de los consumidores.

A medida que los consumidores se acercan a un punto de ruptura en medio de violaciones de datos cada vez más frecuentes y graves, "The privacy era" (La era de la privacidad) explora cómo, en respuesta a la creciente incomodidad de los consumidores con la forma en que se rastrea y comercializa la información personal en línea, está surgiendo un nuevo ecosistema de datos, que incluye un nuevo intercambio de valor para los consumidores, un nuevo conjunto de reglas para las marcas y un reposicionamiento de la identidad digital como igual al cuerpo físico.

“Los datos se han convertido en el activo más valioso del planeta Tierra, sin embargo, todos nosotros, como individuos, las personas que producen ese activo, no tenemos derecho a su valor en este momento”, dijo Brittany Kaiser, defensora de la transparencia de datos, a Wunderman Thompson Intelligence.

Los consumidores comienzan a darse cuenta del valor de su comportamiento e información digitales. A medida que pasa eso surge una nueva economía construida en torno a los datos, con los datos como capital principal. La privacidad de los datos se convierte en una prioridad para los consumidores. Por eso, la infraestructura emergente para el uso ético de los datos está reestructurando fundamentalmente las industrias y las necesidades comerciales.

A medida que los consumidores viven cada vez más en línea, la idea de los datos como una serie fría e impersonal de ceros y unos está desapareciendo; en cambio, los datos se reconocen cada vez más como un pilar profundamente personal de las identidades digitales. “Nuestras vidas digitales y físicas se están fusionando y necesitamos una solución de identidad digital que refleje esta realidad”, dice Ajay Bhalla, presidente de cibernética e inteligencia de Mastercard.

Dado que la seguridad de los datos pesa sobre el bienestar emocional de las personas, las últimas iniciativas de marca están rediseñando productos y plataformas para facilitar el autocuidado digital y allanar un camino más saludable a través del panorama de los datos.

"La privacidad es uno de esos problemas que rondan constantemente en el fondo de la mente de las personas, que, con el tiempo, puede ser tan, si no más, dañino para su psique como grandes picos de ansiedad", Joe Toscano, fundador y director de visión en The Better Ethics and Consumer Outcomes Network (Beacon), le dice a Wunderman Thompson Intelligence.

Para comprender las actitudes del consumidor hacia la privacidad y la seguridad de los datos, Wunderman Thompson Data realizó una encuesta, que se envió del 25 de septiembre al 3 de octubre de 2019 entre 1,501 adultos estadounidenses mayores de 18 años.

Entre los datos destacados, se destacan:

-La seguridad de los datos es una de las principales preocupaciones; El 58% de los estadounidenses está preocupado por la seguridad de la información personal, en comparación con el 52% preocupado por el liderazgo político nacional actual, el 51% por la violencia armada, el 47% por el costo de vida actual y el 45% por la calidad de la educación.

-El 89% de los estadounidenses piensa que la forma en que las empresas adquieren y utilizan los datos parece engañosa.

-El 89% piensa que las empresas son deliberadamente vagas acerca de cómo funciona realmente el intercambio de “datos en beneficio”.

-El 84% siente que en los últimos años, las empresas han recibido más control del que tienen sobre su información y datos personales.

-Solo el 38% siente que tiene el control total de su información y datos personales.

El informe explora un nuevo intercambio de valor, un libro de reglas en evolución para las marcas, un reposicionamiento de la identidad digital como equivalente al ser físico y formas emergentes de autocuidado digital.

+ Info del estudio aquí.