-¿Cómo han sido los últimos meses en términos de proyectos, negocios y nuevos clientes?
-Vamos a decir que estuvimos entretenidos. Al final, cuando se produce una hecatombe como la del año pasado, se mueve todo el mantel y hay que volver a ordenar la mesa, mientras se sirven más platos y se experimenta en la cocina para no perder el ritmo. Y así estuvimos, con algunos proyectos creativos muy interesantes, concursos regionales y locales para marcas icónicas como Pepsi o Lay´s, reaccionando rápido a pedidos de clientes como Ruavieja, generándonos oportunidades en clientes que ya llevábamos, y aprendiendo de todo lo que pasaba alrededor. Incluso aprendimos de lo que pasaba adentro. El balance es bueno, pero creemos que a partir de ahora se verá lo mejor porque hemos estado sembrando para poder cosechar de aquí en adelante.
-¿Cómo han comenzado el año?
-Una de las mejores noticias es que el equipo se ha mantenido intacto, y estamos justamente ahora valorando incorporaciones en el área digital para un cliente importantísimo que ha entrado y para el que estamos muy ilusionados de trabajar, por todo lo que nos va a aportar y por todo lo que creemos que podemos aportarle.
-¿Cómo reestructuraron el día a día de la compañía y qué costumbres o metodologías han adoptado de este contexto?
-La verdad es que el contexto va marcando mucho como se configuran y reconfiguran las metodologías de trabajo, casi todos los meses. Lo más importante es y ha sido cuidar la salud de todos, que está por encima de cualquier trabajo que hagamos. Hemos tenido que generarnos muchas actividades internas para no perder el ritmo, y para suplantar lo que era la fluidez de estar mirándonos todos y viendo lo que todos hacíamos. A veces, significa más reuniones, pero son muy productivas para poder mantener la cultura creativa de la agencia.
-¿Cómo quedaron redefinidos los espacios de trabajo?
-Todavía estamos en un estado de flexibilidad. La agencia y la casa son dos lugares de creación y hay que usarlos con todo lo bueno que tienen. La videollamada no va a desaparecer más, así como los documentos compartidos en los que todos aportan, que, aunque ya existían, ahora son mucho más la norma y son totalmente un espacio de trabajo. Pero la agencia seguirá siendo el punto de encuentro para generar la magia, que es completamente necesaria por lo que nos da de frescura, que en casa y teniendo que esperar a llamar para contarle una idea a otro no es tan fácil tenerla.
-¿Qué trabajos recientes destacaría?
-“La Leyenda Marina Más Épica Jamás Contada”, para Old Spice. Fue un trabajazo en el que nos metimos día a día durante más de un mes. La historia era que invitábamos a la gente a crear La Leyenda Marina Más Épica Jamás Contada, para tratar de explicar cómo olías cuando usabas el nuevo Old Spice Captain. La creamos en Instagram junto a 1.500 usuarios y entonces cada tres días teníamos un capítulo nuevo y cada semana teníamos que ilustrar dos de ellos casi en tiempo real. Una vez que terminamos de escribir e ilustrar la historia, la transformamos en un audiolibro de 10 capítulos. Entre todos, creamos 190 stories y 30 minutos de audio, más una ilustración única que refleja los 10 capítulos todos juntos.
El trabajo para Ruavieja ni bien comenzó la pandemia, “Paciencia”. A la semana de empezar con la pandemia seriamente en España, Ruavieja nos llamó para ver qué decíamos ahora que la gente no debía verse para poder cuidarse (el famoso #quedateencasa) si nuestro mensaje siempre había sido “Tenemos que vernos más”. Inmediatamente, salimos con el mensaje que correspondía “Tenemos que vernos menos, para poder vernos más”. Y a los días salimos con “Paciencia” que reforzaba el mensaje y recordaba que todo el esfuerzo lo estábamos haciendo para poder ver a los demás cuando todo terminara. Casi sin presupuesto llegamos al millón de views, casi todo orgánico. Hay que agradecer a la producción a cargo de Luciano Firmo, de Garage, y a la dirección de Miguel Bueno, que en esos momentos nos hicieron todo fácil.
Otro trabajo que destacaría es “Dile a tu padre que le quieres sin decir Te Quiero”, para Old Spice. Este trabajo también fue justo al inicio de la pandemia, del 16 al 19 de marzo. Y otra vez nos metimos en el lío de reaccionar en tiempo real a más de 600 pedidos de hijos que no sabían cómo decirles a sus padres “Te quiero” y les generamos saludos personalizados, tanto de texto como de imagen, a cada uno de ellos en solo tres días. “Visionarios”, para Arroz Brillante. Este fue un brief que estuvo en la agencia durante dos años y que justo estuvimos a punto de rodar antes de la pandemia. Que revivió en agosto y se cayó, y que finalmente vio la luz en diciembre. La producción de Pueblo fue impecable para el momento en que estábamos y poder contar con la dirección de Augusto Giménez Zapiola para hacerlo fue todo un gusto que nos pudimos dar. Y obviamente es muy gracioso.
Y finalmente el último trabajo para Ruavieja “Reclamación”. No era fácil continuar el mensaje de marca, innovar y a la vez ser relevantes en la Navidad de la pandemia. Y creo que se consiguió, arriesgando un poco. También en este caso la producción de Blur y la dirección de Zipi&Audikana le puso un punto único y nuevo, pero a la vez muy continuista con el histórico de la marca.
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