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El Ojo Conferencias 2024

Rafael Nasser y Leonardo Bueno de Oliveira: La IA en la industria, más allá de los mitos

Rafael Nasser, Director General de Hogarth Brasil, y Leonardo Bueno de Oliveira, Director de Tecnología y Producción Digital, propusieron dejar atrás el “hype” de esta poderosa tecnología para, ya con un buen tiempo de uso en comunicación, marketing y publicidad, analizar en qué punto estamos y hacia dónde vamos en esta transformación “que antes llamábamos incremental” y que con el impacto de la IA generativa “ha pasado a ser disruptiva”. Una conferencia de lujo en El Ojo 2024, con mucha información y muy lejos de la idea de que la tecnología dejará a los talentos creativos sin trabajo sobre la mesa. Más bien, todo lo contrario. En esta oportunidad, Hogarth fue el auspiciante de la ponencia.

“Vamos a tratar de desmitificar un poco todo lo brillante de la IA, y también a hablar de los desafíos que trae”. Así de clara fue la consigna en el arranque de la conferencia de El Ojo 2024 en la que Rafael Nasser, Director general de Hogarth Brasil, y Leonardo Bueno de Oliveira, Director de Tecnología y Producción Digital, se propusieron analizar una serie de ideas que fueron -justamente- mucho más allá del impacto inicial que los algoritmos tuvieron en el mundo de la creatividad, el marketing y la comunicación desde su irrupción en noviembre de 2022.

En su participación en el festival de creatividad, marketing y comunicación, que coincidió con los 30 años de LatinSpots, y luego de un tiempo -ya- de intenso uso de la IA en la industria, los dos representantes de una de las productoras más importante del mundo -parte del grupo WPP- analizaron en qué punto de evolución está el uso que los humanos hacen de esta herramienta tecnológica que a partir de la irrupción de la IA generativa transformó lo “que antes llamábamos incremental y ahora ha pasado a ser disruptiva”.

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Durante su presentación, los ejecutivos defendieron que la IA no siente, tampoco intuye o tiene cultura. En ese sentido, según ellos, deja a los humanos una ventaja insustituible: la capacidad de abstracción.

Además -y lo más importante- repasaron cómo y para qué se está aplicando la IA en la comunicación, la publicidad y el marketing. Y avanzaron, incluso, con cómo moldeará el futuro de las industrias y algunas claves para adaptarse a ello, algo especialmente crucial para el público que en el mediodía de la primera jornada de festival colmó la sala de conferencias. Todo, con una salvedad ya conocida por la mayoría de los presentes: tratándose de IA, los datos de hoy son muy distintos a los de hace tres meses y sin duda lo serán también de los que existan de aquí a un trimestre más.

 Más allá de eso, se trató de una charla conceptual, con definiciones muy reveladoras y mucha información. El primer punto fue establecer un marco que defina a qué nos referimos cuando hablamos de IA.

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Nasse y Oliveira alertaron para la necesidad de responsabilizarse por derechos de autor, uso de datos, entre otras cosas, al momento de general contenidos.

“La IA no siente, no intuye,

no tiene cultura ni historia.

Y eso nos deja a nosotros,

los humanos, una ventaja

insustituible: nuestra capacidad

de abstracción, de improvisar

ante lo inesperado, de sentir”

Rafael Nasser

“Vamos a desmitificar un poco -reiteró Rafa- La IA no es un cerebro humano; ni un misterio, ni mucho menos magia. Es un conjunto de patrones matemáticos, algoritmos y datos entrenados que simulan ciertas capacidades humanas, pero que no son humanas. La IA no siente, no intuye, no tiene cultura ni historia. Y eso nos deja a nosotros, los humanos, una ventaja insustituible: nuestra capacidad de abstracción, de improvisar ante lo inesperado, de sentir”.

Completó Leo: “Ya es un concepto un poco más amplio porque existen múltiples inteligencias artificiales.

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Leonardo Bueno de Oliveira y Rafael Nasser, luego de la presentación, posan para foto y hablan en exclusiva con LatinSpots.

Para fines de esta charla, de esta reunión con ustedes, vamos a decir que Inteligencia Artificial se refiere a sistemas automatizados estructurados como redes computacionales que realizan tareas que hasta ahora solo eran humanas. ¿Cómo trabaja? Como decía Rafa: básicamente es desarrollar un algoritmo, llenarlo con datos, entrenarlo con más datos y generar un modelo más grande. Estos modelos son entrenados, validados, y luego aplicados para la creación de imágenes, audio, texto y video. Básicamente, la estructura de la Inteligencia Artificial es esa”, aseguró el experto en tecnología aplicada al marketing y la publicidad con 26 años en el sector.

"El cerebro humano tiene

capacidad de abstracción,

de predecir y enfrentar cosas

sin necesidad de tener datos.

Eso es intuición. La IA aún

no tiene esta capacidad"

Leonardo Bueno de Oliveira

El especialista que ha liderado equipos multidisciplinarios en el desarrollo de proyectos Martech y Adtech para marcas globales en Brasil, América Latina, EE.UU. y Europa, repasó también los campos en los que está siendo usada hoy la IA. ”¿Por qué dije que hay múltiples inteligencias artificiales? Porque podemos usarla para aprendizaje automático en tareas simples, como mejorar la calidad de un video o de algo determinado; o en tareas más complejas en las que se interactúa combinando distintas inteligencias artificiales para generar un spot de 30 segundos desde cero, en el que depende del poder de definir una estética, el sonido. Entonces, ahí trabaja en múltiples campos a la vez”, desarrolló.

¿Y cuál es el escenario global en torno a la herramienta? Una buena noticia: “En nuestra industria, la industria de la comunicación, el marketing, estamos a la vanguardia. Adoptamos más que la mayoría de otras industrias, salvo las tecnológicas. Las demás vienen atrás, lidiando con sus tiempos, con sus dificultades, con sus desafíos”, aseguró Leo.

El punto negativo en torno a esto es cierto retraso relativo de América Latina respecto a otras regiones del globo. “Aún estamos atrás. Hay cuestiones económicas, problemas con el desarrollo de la tecnología que no es creada aquí: nosotros la recibimos de afuera y aprendemos a usarla. Necesitamos mejorar nuestra participación, aumentar la participación de América Latina en la traducción de la inteligencia artificial. Es así como la región, como ustedes aquí, pueden influir. Hay que incentivar a las demás industrias para la adopción de IA”.

"América Latina no está a

la vanguardia. Hay cuestiones

económicas, problemas con el

desarrollo de una tecnología

que no es creada aquí.

Necesitamos mejorar nuestra

participación en la traducción

de la IA para influir en el

desarrollo global"

Rafael Nasser

Algo clave para empezar a transformar ese estado de cosas -claro- son las inversiones. “Estamos en 2024 y en Brasil está previsto que en 2025 se realicen grandes inversiones. A nivel mundial, hasta 2030 se invertirá un trillón de dólares en el desarrollo y adopción de la inteligencia artificial, lo que es un claro ejemplo del tamaño de la idea, la importancia y la seriedad de lo que estamos viviendo hoy”.

En este punto del análisis sobre el lugar en el que está la IA actualmente, Rafa aportó un dato “como curiosidad”: el 4% de toda la electricidad que se consume en el mundo hoy en día se utiliza para alimentar los servidores que entrenan a estos sistemas. “Hay una gran discusión sobre cómo seguimos evolucionando y entrenando el modelo con una huella de carbono más sostenible, porque el gran productor de carbono hoy en día, entre todos los que hay, son los modelos de herramientas de Inteligencia Artificial. Esa es una de las grandes cuestiones que se están planteando sobre cómo actuar rápidamente”, explicó el director de Hogarth Brasil, quien luego de 10 años como cineasta hizo una transición al marketing y la comunicación y en su extensa trayectoria atendió a grandes clientes/marcas en los más diversos segmentos, con el foco en nuevas tecnologías, comportamiento del consumidor, proyectos culturales y de sostenibilidad. 

Un breve repaso por una historia que se inició en 1950, e incluso había tenido su germen en la Segunda Guerra Mundial con máquinas que manejaban una red de patrones, instrucciones y tarjetas perforadas para descifrar mensajes, sirvió para poner en perspectiva este desarrollo tecnológico que avanzó con chips que duplicaban su poder cada dos años, empezó a acelerar fuerte a partir de 2015 y decididamente estalló en 2022, cuando la IA generativa pasó a ser de acceso masivo con la revolución que inició Open IA a través de su ya célebre Chat GPT.

“Desde 2022 en adelante se usa IA generativa para crear contenido autónomo sintético. Esta es la gran diferencia frente a todo lo que hubo antes. Lo que existía siempre estaba bajo el control de las personas que desarrollaban y dirigían la Inteligencia Artificial. Esto no es necesariamente cierto ahora”, explicó Leo sobre -quizá- uno de los puntos que genera más inquietud -y más mitos- en torno a esta tecnología.

 Más allá de esa disruptiva transformación, los conferencistas volvieron sobre la idea de que las redes neuronales de la IA son muy diferentes al cerebro humano para resaltar un aspecto que, a su entender, es crucial para la interacción hombre y máquina, en términos generales y -también- en lo vinculado puntualmente a la tarea creativa y publicitaria. Porque a partir de esos aspectos en los que “la inteligencia humana juega un juego que la IA no puede jugar” surge la clave para que las máquinas y las personas se complementen. Al fin y al cabo, como hizo notar Rafa, “es el cerebro analógico humano el que desarrolló una Inteligencia Artificial binaria, en base a ceros y unos”.

 "Hoy en día, descubrimos que

podemos hacer en horas lo que antes

tomaba 5 días con 10 profesionales.

Esto es algo que ya estamos aplicando,

pero con un control claro sobre

qué ceder a la IA y qué no"

Leonardo Bueno de Oliveira

“La IA trabaja con patrones matemáticos. Lo que hace tiene mucha simulación, y poca improvisación”, resumió por su parte Leo. Pero luego de definir aquello que las máquinas no pueden hacer -y los humanos sí-, la conferencia avanzó en lo que sí están logrando en la actualidad, básicamente a partir de que, por primera vez en la historia de la humanidad, existe una tecnología que piensa y que genera contenido sintético. 

“Hoy en día, descubrimos que podemos hacer en horas lo que antes tomaba cinco días con 10 profesionales. Esto es algo que ya estamos aplicando, pero con un control claro sobre qué ceder a la IA y qué no. ¿Esto significa que la creatividad está siendo reemplazada? No. Lo que estamos viendo es una amplificación de nuestras capacidades, una oportunidad para enfocarnos en lo realmente importante: las ideas, la estrategia, la conexión emocional con el público”, consideró Rafa.

Por su parte, Leo presentó un repaso minucioso de las aplicaciones que la industria publicitaria actual le está dando a la IA, y además contó algunos usos puntuales -en algunos casos sorprendentes- que vienen dándole en Hogarth.

“Ya usamos IA para realizar pruebas A/B en tiempo real, ajustando campañas según la respuesta del público. También se utiliza para generar miles de piezas publicitarias personalizadas, adaptadas a distintos segmentos de mercado”, reveló. Incluso, desde la agencia ya están trabajando con los clientes para que acepten algo realmente impensado: una IA que monitorea 24/7 las redes sociales y no sólo detecta crisis, sino que interviene en la discusión buscando aquietar las aguas, o al menos ganar tiempo. Increíble.

“Pero aquí viene la gran pregunta: ¿qué dejamos en manos de la IA y qué no? Esta decisión es nuestra responsabilidad como creativos. No podemos delegar todo, porque entonces perderemos lo que nos hace únicos”, coincidieron los conferencistas.

Justamente, este aspecto dio pie a presentar quizá el desafío más importante que asoma luego de un tiempo considerable de uso de la herramienta y más allá del hype inicial: la cuestión ética, en la que las personas y la “inteligencia humana” tienen un rol central en la implementación de la IA en interacción con las máquinas.

 La tecnología es posible, pero

pero la responsabilidad también lo es.

Debemos asegurarnos de que

todo lo creado, desde derechos

de autor hasta el uso de datos,

esté protegido, especialmente

cuando hablamos de contenido

generado con IA"

Rafael Nasser

La cuestión de los derechos de autor fue uno de los puntos, con el repaso de algunas estrategias que buscaron los propios desarrolladores de IA para tenerlo en cuenta, ante las quejas de los artistas del mundo porque su obra estaba siendo utilizada para entrenar a los modelos sin pagarles. Mostraron la estrategia de “envenenamiento” de los datos que terminó generando -en algunos casos- resultados de contenidos sintéticos muy contaminados, y hasta disociados del prompt. Y las gotas de agua generadas con tecnología blockchain para identificar y darle una identidad única a cada contenido como posibilidad más saludable.

La capacidad de replicar y transformar contenidos de autor o que involucran a celebridades a partir del uso de IA generativa, y los nuevos contratos que lo mencionan y en los que algunas personalidades famosas ya empiezan a aceptar y autorizar a cambio de un cachet automático con cada nuevo uso de su imagen, fue otro ejemplo de comportamiento ético, en manos del cerebro humano en uso de la tecnología.

“La tecnología es posible, pero la responsabilidad también lo es. Debemos asegurarnos de que todo lo creado, desde derechos de autor hasta el uso de datos, esté protegido, especialmente cuando hablamos de contenido generado con inteligencia artificial. No es un problema tecnológico, es un problema de comportamiento humano, social, cultural y también jurídico”, sintetizó Leo, quien además remarcó que muchas veces, las normas vienen muy atrás de la nueva realidad que se presenta con estas nuevas tecnologías en la mesa de trabajo de los creativos. Por eso, la inteligencia humana, con su intuición, sentimientos, capacidad de improvisación, o de evaluar lo que está bien y lo que está mal, cobra un rol esencial.

Y no sólo eso. También la capacidad humana de adaptarse y aprender constantemente, otro punto que los conferencistas resaltaron y que ampliaron sobre el final de la charla. “(En la industria) Necesitamos entrenamiento legal para saber que no estamos violando propiedad intelectual. La posibilidad de que me demanden es muy grande, entonces este tipo de preocupación, este tipo de cuidado, está sobre la mesa de los creativos, y también es nuestra responsabilidad, ¿no?”, afirmó Leo.

Leo también puso énfasis en la transparencia con los clientes: “No podemos presentarles algo y no explicar cómo fue creado. La confianza es fundamental, y para construirla, debemos ser honestos sobre lo que hacemos con estas herramientas”. Y marcó que lo mismo vale internamente en una agencia, entre los distintos equipos de trabajo e internamente en cada uno de ellos. Y que es muy válido, incluso, poder decir que uno no sabe cómo llegó a determinado resultado con la IA, o que no termina de entender una herramienta. Transparencia y capacidad de compartir los desafíos y enfrentarlos de manera colectiva.

"El cerebro humano, con su

capacidad de intuición y

abstracción, es lo que nos

permite liderar la tecnología.

La IA es una herramienta

poderosa, pero sigue siendo

eso: una herramienta

que necesita la guía

y el propósito humano"

Leonardo Bueno de Oliveira

Un ejemplo más, que comentó Rafa. Se estima que en 2026 -muy cerca en el tiempo- ya no habrá más datos disponibles para entrenar a la IA. Se habrán agotado. Y que a partir de ese punto, los modelos comenzarán a entrenarse con datos sintéticos, generados previamente por la propia IA, con lo que un error, o un sesgo, o cualquier otro inconveniente, puede empezar a replicarse exponencialmente, extenderse y terminar generando resultados imprevisibles.

La intervención humana, sin embargo, vuelve a tener aquí un rol central, a partir de la capacidad de buscar soluciones alternativas. “Existe otro camino. Ya hay modelos extraños de aprendizaje, máquinas que usamos para generar datos sintéticos. Toman una base de 2000 hombres, o incluso de 200, con datos como el nombre de la persona o la dirección, el teléfono, el comportamiento de compra, su historial de compras de los últimos años, los viajes que hizo, los gastos con una u otra tarjeta de crédito… Un buen número de información de ese consumidor y de cada uno de la muestra. Y entreno un modelo y le pido que extrapole ese patrón de muestra a 200 mil personas sintéticas. Y ahí, tengo 200 mil personas como datos de comportamiento humano con un porcentaje muy alto de veracidad. De modo que podremos entrenar modelos utilizando esos datos sintéticos, no reales, pero fiables”.

Ante este escenario, finalmente, la cuestión final de la conferencia fue delinear una cuestión central en un contexto en el que no es claro cómo y hasta dónde esta nueva tecnología moldeará el futuro de la industria: la capacidad humana de la adaptación, el cambio y la formación.

¿Cómo prepararse para el futuro? 

Todo el mundo tiene que entender cómo funciona la IA. Es fundamental la educación continua en tecnología, la adaptabilidad y la flexibilidad”, recomendó Rafa en atención a un mundo laboral diferente al que conocíamos, en el que las profesiones y los oficios ya no consisten en lo mismo durante décadas. La idea de desempeñarse en una misma tarea durante décadas se terminó. Formarse, mantenerse actualizado y adaptarse a los vertiginosos cambios en interacción con una tecnología que evoluciona a alta velocidad resulta fundamental.

Los líderes de Hogarth Brasil también coincidieron en que hay que abandonar el mito de que la IA reemplazará al hombre; esa ilusión de que podremos dejar todo en sus manos y descansar mientras hace el trabajo. 

"La IA no reemplaza la creatividad.

Lo que hacemos es combinar la

intuición y el conocimiento humano

con las herramientas tecnológicas

para liderar y controlar el uso

de esta tecnología. El ser humano

sigue siendo el curador

de todo lo que la IA produce"

Rafael Nasser

La herramienta es formidable para potenciar el talento y la creatividad humana, ocuparse de las tareas pesadas y hacer más eficiente el trabajo y multiplicarlo. Pero no podrá reemplazar la plasticidad del cerebro humano, aquello que le permite a una persona darse cuenta, cuando alguien dice que se siente bien, que en verdad esto no es así. La IA, lejos de dejar a un lado al ser humano, le da mucho por hacer.

"La IA no reemplaza la creatividad. Lo que hacemos es combinar la intuición y el conocimiento humano con las herramientas tecnológicas para liderar y controlar el uso de esta tecnología. El ser humano sigue siendo el curador de todo lo que la IA produce", apuntó el director de Hogarth Brasil. Y amplió: “El cerebro humano, con su capacidad de intuición y abstracción, es lo que nos permite liderar la tecnología. La IA es una herramienta poderosa, pero sigue siendo eso: una herramienta que necesita la guía y el propósito humano."

Finalmente, la idea de actuar, desde el talento creativo humano, como curadores de los contenidos sintéticos que la IA genera a gran escala, es lo que tomó fuerza de cara al futuro de la industria. La estrategia fundamental es mantenerse actualizados y preparados para nuevas tareas que permitirán operar con “todo lo que la inteligencia artificial nos ofrece” y controlar la poderosa herramienta.

Allí, el cerebro humano “plástico, intuitivo y con la capacidad de abstracción” que las máquinas no tienen adquiere trascendencia. “Eso es lo que debemos usar para liderar esta revolución tecnológica. No se trata de temerle a la IA, sino de abrazarla como una herramienta poderosa, siempre con propósito, ética y visión. La tecnología evoluciona, pero el futuro sigue en manos humanas”, concluyeron los conferencistas. 

El secreto está en caminar juntos

 Minutos después de su participación en el ciclo de conferencias de El Ojo 2024, Rafael Nasser y Leonardo Bueno de Oliveira, de Hogarth Brasil, ampliaron algunas ideas de su charla en diálogo con LatinSpots. 

LatinSpots (LS): -¿Cómo se sintieron en el escenario de El Ojo?

Rafael Nasser (RN): -Para mí fue una experiencia increíble, estar en uno de los mayores espacios creativos de América Latina, uno de los espacios con mayor talento en el mundo entero. Y la gente se involucró bastante con el tema que presentamos.

 Leonardo Bueno de Oliveira (LBO): -También lo viví como una experiencia sensacional. Venimos haciendo muchas conferencias sobre inteligencia artificial e innovación tecnológica, y como aquí, todas se extienden un poco porque cada día aparece algo nuevo, algo que queremos traer, presentar y compartir con el público, sin dejar de lado lo importante de lo que ya ha sido hecho con la IA. Hoy nos excedimos un poco en el tiempo, pero todo salió bien. El público fue muy receptivo. Se notaba que las personas estaban muy interesadas, incluso un poco desafiadas por la dinámica de la presentación.

LS: -Uno de los temas fue la velocidad a la que avanzan estos cambios, y ustedes hicieron referencia a que hay que adaptar todo el tiempo el trabajo que uno hace. ¿Cuáles son los tips principales para lograr esa flexibilidad sin sentir temor?

LBO: -Es un desafío hablar de la velocidad a la que avanza la inteligencia artificial y el impacto que genera en las cadenas productivas, incluidas las de comunicación, marketing y creatividad. Esto genera muchas dudas y tensión. Tratamos de ayudar abordando la cuestión de manera que combinemos la tecnología con el talento humano, con esa capacidad única del ser humano de desarrollar creatividad y realizar asociaciones que están muy lejos de la realidad de una máquina. Dicho esto, no rechazamos el uso de la tecnología, al contrario, abogamos por ella, pero tampoco renunciamos a la creación. Creo que el secreto está en caminar juntos, evolucionar con la tecnología a medida que esta evoluciona.

RN: -Una de las frases que solemos decir es que el mundo nunca fue tan rápido, y al mismo tiempo, con seguridad hoy es el día más lento. Es decir: las cosas van a ser más rápidas cada vez. Esta velocidad a la que estamos viviendo ahora, dentro de cinco años o incluso un año, a todo el mundo le parecerá lento. Y eso genera temor y preocupación. El punto principal que destacamos en nuestra empresa, entre los colaboradores, y en el mercado, es la necesidad de estudiar, reciclarse, aprender, desaprender y volver a aprender. Esto es fundamental para entender nuestro papel. La humanidad será quien construya el futuro, no la inteligencia artificial. Hay pilares de nuestras creencias que deben mantenerse: que el ser humano esté al mando, usando la inteligencia artificial como herramienta y no como un fin en sí.

LS: -En Hogarth están probablemente un paso más adelante en esa tarea. ¿Cuánto creen que todavía persiste del hype de la IA, y cuánto va a quedando atrás para permitir operar con la herramienta de una manera menos fantasiosa?

RN: -Semana a semana se ve en clientes, en colaboradores en la agencia, que sale algo nuevo y genera fascinación, y también confusión, porque no se entiende bien cómo funciona. Pero por ahí quieren usarlo por el solo hecho de usarlo. Yo creo que el hype va a pasar a medida que la gente se informe y se eduque sobre esto. Se necesita eso para entender qué está pasando, dónde se está usando la IA, y que debe ser una herramienta para un objetivo determinado, como por ejemplo hacer comunicación masiva personalizada, y que no se trata de usar IA por usarla. Con Inteligencia Artificial un objetivo se podría acelerar a escalas más allá de las posibilidades humanas. Eso es lo interesante.

-LBO: Sucede que los "hypes" ocurren en olas, ¿no? El primero generó ruido por el desconocimiento: la gente no sabía nada y llegó la IA a cambiar la forma en que interactuamos con el contenido y con la cultura, y la forma en que lo producimos. Pero luego siguió "el valle de la desilusión", como lo definieron en una consultoría, en el que las personas empezaron a pensar: "Ah, no es todo lo que imaginé; no hará todo lo que esperábamos". Después de ese momento de desilusión, viene otro que llaman "Going Like", que es el momento de comprensión, de adopción (de la herramienta) con propósito. Estamos en ese momento. Igualmente, nuevos "hypes" siguen llegando en olas, y pasarán por el mismo proceso. Ante cada novedad, hay que preguntarse: ¿es genial o no lo es? Hay que analizarlo y decidir si lo vamos a utilizar, y cómo, de forma estructurada.

LS: -Una de las fantasías tal vez más extendidas es que con la IA vamos a dejar de trabajar, y en el escenario ustedes tendieron a transmitir más bien todo lo contrario.

LBO: -Yo no creo que vayamos a dejar de trabajar. Creo, y la historia, desde el origen de la humanidad, muestra que la evolución de la tecnología siempre se ha enfocado en mejorar o sustituir trabajo humano, ¿verdad? Desde la primera revolución industrial. Y no será diferente en el siglo que sigue, incluso con la Inteligencia Artificial. Estamos hablando de mejorar, de dar un paso más en el trabajo humano, de calificarlo. La diferencia es que, hasta ahora, toda la evolución tecnológica se enfocaba en áreas del trabajo mecánico, en tareas que no eran cognitivas ni intelectuales. Ahora estamos entrando en una etapa en la que la tecnología también realiza trabajo intelectual. Creo que esto es lo que asusta un poco a algunas personas. Pero tengo mucha confianza, basada en todo lo que estudiamos y aplicamos en el día a día, de que surgirán nuevas actividades humanas que demandarán nuestra atención y tiempo. Dejaremos para la Inteligencia Artificial aquellas tareas repetitivas, esas que ni siquiera nos gusta hacer y que considerábamos fundamentales porque eran nuestro trabajo. Bueno: en el pasado esas tareas eran lo máximo, algo esencial, pero ahora entendemos que pueden ser realizadas por la tecnología. Y esto nos permitirá enfocarnos en aspectos más significativos, y, en última instancia, transformar nuestras actividades.

LS: -Ustedes contaron que el trabajo que se hacía en tres meses con 10 personas, hoy se hace en tres días con 4… Y uno de los temores, acaso más fundamentado, es que la IA nos quitará fuentes de empleo…

RN: -Si. Desde mi lugar de responsable de Hogarth les digo que lo que se percibe es verdad. Se puede hacer el trabajo más rápido y en mayor cantidad con menos personas. Si me preguntas cuántas personas hemos despedido de la empresa por eso, la respuesta es ninguna. Pero hay un motivo muy claro para ello: estamos impulsando fuertemente al equipo a entrenarse y capacitarse. Si los colaboradores no hubieran sido entrenados, y no conocieran el uso de las herramientas; si no se preparan para lidiar con esta evolución, probablemente habría una reducción en la empresa. La diferencia es que seguimos creciendo y nos enfocamos en formar y capacitar a nuestros colaboradores. Por ejemplo, organizamos un evento mensual que implica una inversión y un premio en dinero para cada colaborador que, por su cuenta, estudia, aprende y utiliza herramientas de Inteligencia Artificial para mejorar su trabajo. Este enfoque motivacional ha hecho que el equipo se involucre en el aprendizaje. Hoy es sorprendente ver cómo jóvenes dentro de la empresa seguramente se convertirán en los líderes del futuro. Y, claro, quien no se capacite para usar estas herramientas corre el riesgo de quedarse atrás.

LS: -La idea es que si uno se prepara, su empleo está a salvo…

RN: -Creo que no se trata solo de capacitarse para salvar tu empleo o tu negocio. Estoy convencido de que los trabajos están transformándose. Lo que haces hoy en tu trabajo no será lo mismo que harás dentro de dos años, ni dentro de cinco. Por eso, la capacitación no tiene que ver únicamente con salvar tu empleo actual, sino con prepararte para cualquier empleo o desafío que venga. Si estás estudiando y perfeccionándote, está todo bien. El futuro no será de quienes dejen de aprender y piensen que ya no necesitan hacerlo. Eso es lo que promovemos y en lo que creemos profundamente: en el aprendizaje continuo, en la capacitación, en un estudio que nunca termina.

LBO: -La calificación constante no es para garantizar el empleo de hoy, sino para asegurar que, cuando el empleo de hoy ya no exista y haya otros, estaremos preparados para aquello que lo sustituya. Sabemos esto: en marketing, por ejemplo, hoy trabajamos con gestores de redes sociales, algo que no existía en los años 90 porque no había redes sociales. Surgió un empleo nuevo, una carrera nueva, y las personas se capacitaron para ello. Al mismo tiempo, actividades que existían en los años 70 u 80 ya no existen porque la tecnología las reemplazó. Vamos en esa dirección, invirtiendo en lo que sigue y en estar listos para ello.

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