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Histórica marcha en Defensa de la educación pública y la democracia
(24/04/23). La participación de más de 800.000 personas en la ciudad de Buenos Aires y más de un millón en las plazas de todo el país en las marchas en defensa de la universidad pública, gratuita, federal y de calidad realizada en el día de ayer en toda la Argentina, fue un contundente mensaje de la sociedad civil al presidente argentino que, frente a su metáfora más conocida, la motosierra y la licuadora, viene desmontando, desfinanciando y cerrando instituciones fundamentales del país relacionadas con la educación pública, la salud, la cultura, la ciencia, la investigación y en general la infraestructura estatal construida por generaciones de argentinos.
La sociedad argentina respondió con una histórica, federal, trasnversal, transgeneracional y masiva movilización -como pocas en los últimos 40 años- en defensa de la educación pública, gratuita, federal, inclusiva y de calidad que surgió como respuesta al gobierno asumido hace 4 meses que viene aplicando su plan de motosierra y licuadora a todo lo que sea importante en la Argentina y contribuya al bienestar presente y futuro de sus ciudadanos y ciudadanas quitándole el presupuesto, cerrando instituciones, y atacando a la educación pública, la salud, la ciencia, la cultura, el cine, la investigación e innovación, las obras de infraestructura, entre muchos otros sectores con la excusa de que "no tiene plata" mientras simultáneamente gasta millones de dólares en comprar aviones de guerra viejos, aumenta los sueldos de sus familiares y amigos, destina recursos públicos para subsidiar empresas millonarias, algunas de las cuales son definidas como "heroínas" por el presidente por evadir el pago de impuestos y fugar la riqueza generada en el país, tal como señaló el viernes pasado en un Foro empresario en la ciudad de Bariloche.
La contundente respuesta de la comunidad educativa y de la sociedad en general fue histórica y contó con la participación de todas las universidades públicas del país (con sus estudiantes, docentes, graduados, trabajadores y sus propios rectores y autoridades), pero también de las universidades privadas, y contó con la participación de la comunidad cientifica, de la industria de la cultura (directores, profesionales, trabajadores y estudiiantes de cine), escritores, artistas, creativos, empresarios, publicitarios, profesionales de todo tipo, las organizaciones sindicales y una masica participación de sus estudiantes.
Referentes de los derechos humanos fueron los primeros oradores en el acto, como Taty Almeyda, refererente histórica de Madres de Plaza de Mayo que con sus mas de 90 años exhortó a los jóvenes a seguir manifestándose contra las injusticias del actual gobierno: "La única lucha que se pierde es la que se abandona. No dejen de luchar, se los decimos nosotras... las "locas", que a pesar de los bastones y las sillas de rueda, seguimos de pie". En segundo lugar, habló el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel: “Defendemos la universidad pública, libre y gratuita, que es una gran conquista de nuestro pueblo a la que no vamos a renunciar", y continuó: "La educación es para generar conciencia crítica de hombres y mujeres libres, ése es el objetivo central de la educación. Y no esclavos. No gente sometida a estos poderes que quieren hacer de nuestro país una colonia".
Al cierre tomó la palabra la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernandez De Piccoli, para leer el documento que firmaron todos los directivos de las universidades nacionales. “La universidad pública argentina atraviesa un período crítico como consecuencia de la política implementada por el gobierno nacional”, señaló frente a la multitud en Plaza de Mayo. “Convocamos a la ciudadanía para sostener las universidades públicas abiertas. Son uno de los motores de la democracia, la producción y los lazos sociales”, agregó.
El último fragmento del mensaje consensuado hizo referencia al espíritu de esta manifestación popular: “Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y Universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla”, cerró Fernández De Piccoli.
