Javier Campopiano, DGC de Draftfcb Argentina

La publicidad es una opinión Javier Campopiano, actual director general creativo de Draftfcb, empezó su carrera fundando su propia boutique de diseño y comunicación en 1997. Durante su carrera ganó premios en los festivales más prestigiosos del mundo (El Ojo de Iberoamérica, Clio, Cannes, entre otros) con campañas memorables como Hermano mayor para Ariel y Teletransporter para Andes. Después de 14 años de trabajo en la industria piensa a la publicidad como una opinión, delega más y devela sus fuentes de inspiración.

La publicidad es una opinión

Javier Campopiano, actual director general creativo de Draftfcb, empezó su carrera fundando su propia boutique de diseño y comunicación en 1997. Durante su carrera ganó premios en los festivales más prestigiosos del mundo (El Ojo de Iberoamérica, Clio, Cannes, entre otros) con campañas memorables como Hermano mayor para Ariel y Teletransporter para Andes. Después de 14 años de trabajo en la industria piensa a la publicidad como una opinión, delega más y devela sus fuentes de inspiración.

-¿Cómo es su proceso creativo?

-Después de tantos años no tengo identificadas cada una de las partes, se hizo un poco metódico. Lo que siempre hago es ponerme en contacto con toda la información que haya sobre el tema a trabajar, que es muy importante para empezar. Luego trato de pensar qué me pasa con eso, de encontrar cuál es mi opinión respecto del tema, porque la publicidad es una opinión. Cada uno debería tener una opinión o algo para decir respecto de todo. A partir de esa búsqueda interior las cosas empiezan a salir aleatoriamente. También pienso qué tipo de trabajo quiero hacer, es decir, qué recurso me gusta, qué detalle me había parecido interesante en alguna película, con qué banda sonora tengo ganas de trabajar o qué tipo de historia todavía no conté. Además, puede suceder que se me ocurra algo que me cause gracia y que trate de usarlo.

-¿Recuerda algún caso que ejemplifique el proceso?

-Para el comercial de Zona Jobs empezamos pensando acerca de lo que sucede en el proceso de búsqueda de trabajo, y llegamos a la idea de que cuando conseguís un nuevo trabajo pasas por una sensación de impunidad en el trabajo que estas dejando, que hace que nada te importe y puedas hacer lo que quieras. Además, cuando hicimos en Del Campo el comercial del beso para Topline, teníamos muchas ganas de hacer un comercial de ese estilo, solo con imágenes y banda sonora, que fuera visualmente memorable.

-¿Es de delegar cosas?

-Sí, por suerte, cada vez más. Yo sigo trabajando mucho por placer, pero el ideal del puesto que ocupo es escuchar cada vez más a los otros, en vez de que ellos me escuchen a mí.

-¿Cómo trabajan en el departamento creativo de la agencia?

-Las cuentas no tienen equipos asignados a excepción de SC Johnson. Todas las órdenes que entran se les van asignando a distintos equipos en ese momento. No es que crea que no funcionan los directores creativos por cuenta, sino que en esta agencia me resultó más útil trabajar con esa metodología.

-Además de la publicidad, ¿qué otras cosas lo inspiran?

-El cine es inevitable que te inspire a la hora de hacer televisión. A mí me encanta el cine porque es una actividad gregaria, es el Facebook de la antigüedad, ya que todos comparten algo y lo comentan cuando salen. Otra fuente de inspiración siempre fue la literatura, y en los últimos años empezó a ser la música también. Me guío mucho al momento de evaluar una canción por si podría ser una buena banda sonora para un comercial. Por último, la televisión que es un medio que me encanta.

-¿Podría mencionar un libro, una película, una canción y un aviso que tengan un significado especial para usted?

Un libro: Embalse, de Cesar Aira. Una Película: Irina Palm y Sin Construcciones. Una canción: Reckoner, de Radiohead. Un aviso: la campaña presidencial de Obama.