Watta Fernández: Pura magia

Director de La Doble A. 

<p>Director de La Doble A. </p>

A menos de dos años de haber vuelto a filmar en Argentina, de la mano de La Doble A, Watta Fernández tiene muchos motivos para festejar. Elegido Mejor Realizador de Argentina en El Ojo 2016, cierra su año con el sello de misión cumplida. Su campaña ConverS.O.S, de Mercado McCann para TyC Sports no solo fue una de las más premiadas del festival, sino que contribuyó decisivamente para los reconocimientos por Iberoamérica a McCann Worldgroup, como Mejor Red, a TyC Sports, como Mejor Anunciante, y a La Doble A como segunda mejor productora.

El éxito en El Ojo 2016 es un capítulo más de la perfecta simbiosis que existe en la historia de triunfos de Watta, Martín Mercado y TyC Sports. Arrancó con el gran salto de Watta en el plano internacional, con uno de los comerciales más icónicos de TyC Sports, en 2010: Argentinos, de la mano de Y&R y Mercado. “Cuando me agarro de un proyecto dejo todo, y Martín se supo rodear de gente que, como él, dejan todo”, remarca Watta. Luego de un período filmando afuera de Argentina, con nuevos grandes hits, como Los 33 Mineros, para el Banco de Chile, de Prolam Y&R, en el marco del Mundial de Fútbol de Brasil, vino la invitación de José Arnal y Esteban Sapir, de la Doble A. El brief de Martin Mercado y TyC Sports no tardó en llegar. Nuevamente, el destino y el talento conspiraron para que naciera ConverS.O.S y nuevos reconocimientos. A continuación, las palabras de Watta Fernández en entrevista con LatinSpots.


-¿Por qué decidió volver a filmar en Argentina luego de un periodo muy exitoso en Chile?
-Es muy gratificante filmar con la creatividad argentina, más allá de que haya hecho cosas muy lindas en Chile o en otros países. Siento que acá puedo seguir haciendo lo que me gusta, cerca de mi familia. Cuando hago un comercial acá siento que estoy “en mi salsa”. Mi llegada a La Doble A tuvo que ver un poco con eso. Esta es una productora que filma mucho, José y Esteban (José Arnal y Esteban Sapir) me apoyan fuertemente y siento que es un lugar donde encontré un suelo firme para caminar hacia adelante en la industria argentina de la publicidad, que es el lugar donde quiero estar, más allá de que me guste viajar y ser reconocido internacionalmente. Soy argentino y  filmar acá siempre me da satisfacciones. Quiero ser parte de la gente común que ve comerciales, y poder, dentro de algunos años, hacer un chiste relacionado a que su hijo es un Converso y levantar esa bufanda que hoy levantamos.


-La industria está cambiando constantemente. ¿Cómo afectan estos cambios a su trabajo como realizador?
-Me considero un contador de historias. Siento que tengo herramientas estéticas fuertes y que me encanta laburar desde el acting. Hay muchas cosas que van cambiando en la industria, pero también tiene que ver con la velocidad, más que con la calidad o el tamaño de los planos. Para mí, hoy hay que aggiornarse a un lenguaje más rápido, más concreto. Soy partidario de pensar que las cosas buenas no se vencen. El otro día pensaba, viendo unas campañas que estaban hechas con una impronta “moderna”, que se caracteriza por economizar recursos en relación a la calidad, que eso puede quedar bueno cuando uno busca el efecto. Pero, si pudiera elegir, siento que las cosas de calidad, filmadas cinematográficamente, con buenas actuaciones y demás, van a generar más resultado. A mí me gusta filmar comerciales que sean lindos de ver y creo que eso no se acabará nunca. Las situaciones, los presupuestos y el mundo van a llevar a que uno tenga que usar más la inteligencia para poder lograr cosas que sean bellas visualmente, con menos recursos, pero no me gusta adoptar eso como una condición. Está bien que se pueda hacer un comercial con un celular, pero cuando vemos una cosa que está filmada de puta madre, siempre nos gusta más. No me gustaría que la industria se vaya para ese lado, o que los clientes sientan que es el camino, no  porque no lo sea, sino porque siento que lo otro siempre va a ser mejor y que el espectador se dejará seducir más por algo que está filmado con mucha más calidad. Me acuerdo que una vez hice un comercial para una marca donde no quise usar luces. Mi fotógrafo quería meter en el camión los farolitos y se los hacía bajar. Era antilogístico total, íbamos a una locación a la mañana y volvíamos a la tarde para filmar en el patio porque la luz era buena. Habíamos hecho un equipo chiquito y, perfecto, no hay luces, esto es híper real, pero igual quiero que se vea bonito, entonces ¿qué hago? Filmaba en esos horarios nada más, más días de los que tenía que filmar. No gasté más recursos porque éramos pocos y logré algo que igual era muy bello visualmente y con pocos recursos. Buscaba esa impronta natural, pero sin tener que negociar con la belleza. Podemos tener una pieza bien actuada y que no sea bonita, o esté filmada así nomás e igual te puede conmover, pero los años siguientes demostraron que esa misma actuación, filmada increíblemente, es mucho más conmovedora que filmada con una cámara que se golpea contra los extras en una fiesta. Soy  partidario de usar esa nueva herramienta cuando la marca, el producto o la idea lo requieran, pero si tenemos las posibilidades de filmarlo más bonito, o más cinematográfico, siempre va a rendir más y funcionar mejor. Ahora hay que tratar de ser inteligente porque es cierto que los recursos son menos. Hay que moverse dentro de esa ambigüedad, sea con pocos o muchos recursos, intentando no perder, en ningún caso, la calidad.


-¿Las nuevas generaciones son menos permeables a los planos generales, no?
-Más allá de que los sentimientos sean primeros planos, soy muy amante de los grandes planos generales, de darle un marco grande a ese acting que nos transmite sentimiento para siempre, abrir el panorama y que las piezas también crezcan y las marcas se posicionen en un lugar capaz de abarcar todo eso. Que el espectador pueda ver una imagen y sentirse en ese lugar, o sentir que entiende dónde está ese personaje o qué le está pasando por lo que está a su alrededor, y no solo por lo que transmite emocionalmente. No me quiero poner en el lugar de vieja generación, pero tampoco soy un millennial (risas).  Siento que se le resta importancia a cosas que para mí son, muchas veces, importantes y veo campañas que me hacen pensar: “Esto hubiera sido increíble si, además, hubiera tenido este plano u otro”, porque, más allá de los sentimientos que puede contar un primer plano, el marco es importante y la calidad también. Las cosas hechas con esa impronta “así nomás”, y que tienen que ver con una idea de “ya no importa lo otro”, las veo más perecederas, que se vencen rápido y aparecen otras cosas. Por ejemplo, ahora es todo 4:3, genial, pero siento que se va a vencer, que va a volver el 19 y el 2:35:1. Es como cuando decís: “Esto ya lo vi”. Es importante ser permeable a adoptar las modas más pasajeras, cuando alguna marca lo requiera, o porque tiene un target determinado en las redes sociales, pero, en definitiva, sabemos que cuando queremos trascender, o hacer algo que rompa todo y vaya más allá de un target, siempre lo más cinematográfico, lo más espectacular, vende más, es más lindo de ver y más comprable. Hay que absorber de esas modas, pero sabiendo que uno tiene que usarlas para transformarse y para readaptar esto que uno siempre quiere hacer, que es algo  que sea bello visualmente.


-¿Cómo es su relación con los directores creativos? ¿Qué rol considera que deben cumplir durante el proceso de dar vida a una idea? 
-Por lo menos en los casos que me toca, siento que cuando uno se esfuerza y le agrega algo, le da un valor a las piezas, o le pone un cariño determinado a un guión, el objetivo, más allá de que la agencia y la marca queden contentos, es que el creativo le ponga play y diga: “Esto es mejor de lo que yo escribí” o “está mejor de lo que me imaginaba”. Eso es lo que siempre trato de hacer, y cuando uno está en el camino de hacerlo, por lo menos en la intención, los directores creativos acompañan, especialmente cuando ven que uno está entusiasmado. Trabajar con guiones y con ideas que están buenas, como la de ConverS.O.S, hacen que me suba arriba de una moto. A cualquiera que trabaje conmigo, sea en dirección o en casting, le digo que no es importante que nos aprueben el casting, sino que el casting esté bueno. Es una diferencia muy sutil, pero cuando uno hace un comercial, no está bueno simplemente cumplir, sino agregarle algo, porque cualquiera puede cumplir. Cada director le puede agregar algo distinto al comercial, e imagino que eso es lo que los creativos ven en los diferentes directores cuando arman las ternas. “¿Qué le podrá agregar Watta a este guión?” o “¿Qué le podrá agregar tal o cual?”. El día que sienta que no puedo agregarle nada a un guión, que no puedo devolver con ideas, empezaré a pensar que tengo que hacer otra cosa, pero, por lo pronto, busco hacer que los proyectos crezcan y ahí entra el tema del presupuesto. La productora necesita filmar y funcionar para poder hacer más cosas. Uno siempre quiere hacer todos los guiones que pueda y, al final, no siempre dan las cuentas y no siempre las ideas vienen acompañadas de presupuesto, lamentablemente. Lo bueno es que se sigue tratando de hacer las cosas. No me gustaría que se dejen de llevar a cabo ideas por el presupuesto, porque creo que siempre hay alguna manera de contar el mismo cuento de diferentes maneras.


-¿Hoy es más fácil que antes hacer algo bueno con menos presupuesto? 
-No creo que el presupuesto haga que una pieza sea buena o mala, sino que uno tiene que encontrar la forma de contar el cuento y que la pieza funcione y se vea bonita con lo que hay, que es lo que hacemos nosotros. En ningún caso siento que una pieza no haya quedado bien por no tener presupuesto, no es condición. De hecho, ConverS.O.S no tenía un gran presupuesto, pero se apuntaron los misiles a donde se tenían que apuntar, es decir, un buen casting, y filmamos de una manera bonita con grandes decorados y la idea funcionó. Si hubiera tenido tres veces el presupuesto que tenía, hubiera hecho el mismo comercial.


-¿Por qué en blanco y negro?
-Fue un pedido de la agencia cuando llegó el guión y creo que tiene que ver con que el fútbol está muy relacionado a los colores. La idea de ConverS.O.S tiene que ver con todos los dolores. Siento que la neutralidad del blanco y negro iba a poner el foco en lo que le pasaba a los personajes, más allá de si eran de River Plate o de Boca Juniors. Cuando escuchás al tipo que dice que el “lapicito azul y amarillo estaba más cortito”, el futbolero entiende que el pibe se la pasa dibujando la bandera de Boca, pero no necesariamente tenemos que verlo en color, sino que, al ser una película en blanco y negro, le ponía un manto de neutralidad que ponía el foco en el personaje y en lo que le estaba pasando. Siento que la razón es eso. Después, en lo particular, el blanco y negro creo que a esa pieza, que es más documental, le da un toque muy cinematográfico, la realza y la pone en un lugar superior a nivel calidad. ConverS.O.S es una película que puede conmover a cualquier futbolero, más allá de su equipo preferido. Si leemos los comentarios en YouTube, no tienen que ver con una disputa futbolera, sino con experiencias personales.


-¿Cómo fue el proceso de producción y filmación?
- Mi carrera la empecé filmando con Martín Mercado, hace muchos años. Tiene esas cosas que le hacen dar en la tecla con un gestito, con una cara. Cuando te cuenta cómo se imagina un acting, ya lo podemos ver en el personaje y lo absorbemos para en el momento de dirigir a los actores, poder recordar ese primer brief. El proceso fue más atípico que un proyecto normal, que, en general, tiene un timing más determinado. Lo rodé en el verano de 2015, y el guión me llegó en diciembre. Mi primera reunión con “Los Nico” (Nicolás Ochoa y Nicolás Massimino) y con Martín Mercado fue encontrar y ponerle caras a los personajes que iban a hacer esos testimonios, desgarradores, pero que, a su vez, tenían que tener parte de humor y parte de verosímil con lo que le pasa al futbolero cuando un hijo se hace hincha de otro club. Estuve casi todo enero buscando los personajes. Una vez que los tuve, armamos un timing de producción. Busqué el casting y, en paralelo, iba buscando los decorados y demás, pero tuve una semana o dos de gracia en relación a un comercial normal para buscar el casting. Siempre trato de hacerme ese espacio, cuando el comercial requiere de buen casting para buscarlo y encontrarlo yo mismo. ConverS.O.S, como los guiones de Martín, necesitaba una actuación que estuviera a la altura de lo que está escrito en el papel, algo que no es tan fácil de transmitir. Había mucho material, la idea era hacer una pieza de un minuto, pero terminamos haciendo 10 comerciales.

Agregar a Mi Latin

Agregar a Mi Latin

Ingresá con tu usuario o registrate en LatinSpots.com y podrás almacenar, clasificar y filtrar todo nuestro material, de manera simple y rápida.